Lamento. Después de su fallido intento, el hombre se puso a llorar.

Dos policias salvan a un hombre que se iba a suicidar

Se subió en una de las barandas del puente Luis A. Martínez y solo amenazaba con lanzarse. Mientras recorría parte de los 174 metros de largo del viaducto era captado por las cámaras del ECU-911 de Ambato, en Tungurahua.

Los operadores de inmediato avisaron a los policías del Grupo de Motorizados para que acudan a la emergencia y logren salvar a la persona que intentaba suicidarse.

Los cabos Jorge Araujo y Mauricio Marfetán se estacionaron con sus motos cerca del puente y se acercaron despacio a Luis Aniceto, de 29 años.

“No quería escuchar. Solo gritaba que quería morirse porque no era útil para la sociedad”, contó Araujo.

Los servidores policiales lograron agarrar a Luis y lo bajaron. El puente tiene una altura de 80 metros; de caer, la muerte es segura. Cuando ya estaba en el parterre, Luis solo se puso a llorar. Los policías lo escucharon y consolaron. “No tengo trabajo y en la vida todo me va mal”, sollozaba.

El hecho se registró entre las 09:00 de ayer. Las personas que pasaban por el puente que une a la zona residencial de Ficoa con el centro de la ciudad observaban asustados.

En lo que va del año es la primera ocasión que una persona intenta acabar con su vida desde este viaducto. Las barandas guardan muchos secretos, lágrimas y recuerdos. Es llamado también el ‘Puente de los lamentos’. Desde este punto céntrico de Ambato han llegado jóvenes y adultos para poner fin a sus días.

Según las estadísticas de la Policía, los casos se registran desde 1997, cuando una joven de 26 años se lanzó por problemas familiares. A finales de 2012, un joven estudiante de Periodismo narró el último pasaje de su vida y se lanzó, tal y como lo había descrito que lo haría.

En lo que va del año, en la Dirección de Delitos Contra la Vida (Dinased) se registran ya cinco casos. Mientras que en el 2015 hubo 62 casos. YIE