La selección de los maestros que ingresan al magisterio ecuatoriano ha sido cuestionada, en los últimos días, por parte de padres de familia y profesionales. Ellos coinciden en que en este proceso siempre se valoró más la parte académica (conocimientos) de los postulantes y se dejó a un lado el análisis de su conducta personal (psicológica), que es muy importante para quienes van a trabajar especialmente con niños y jóvenes.

Los reclamos surgen a raíz de los últimos casos de abusos sexuales y físicos cometidos por profesores en contra de estudiantes de varias instituciones educativas del país.

Los más recientes son los perpetrados en contra de cinco niños de entre 6 y 8 años del colegio réplica Aguirre Abad, de Guayaquil, por parte de profesores de la secundaria, quienes los encerraban en el baño para abusar de ellos, manosearlos y tomarles fotografías. Hay 10 denuncias más presentadas en la Fiscalía que están siendo investigadas.

De acuerdo con las normas establecidas por el Ministerio de Educación en junio pasado, los aspirantes a maestros serán evaluados con dos tipos de pruebas: una psicométrica, con sus componentes de razonamiento y de personalidad; y la de conocimientos específicos, que corresponde a la especialidad (asignatura) seleccionada por cada participante.

Esa evaluación, según funcionarios de Educación, tiene como objetivo detectar la forma de ser del aspirante, las principales particularidades de su carácter, capacidad de liderazgo, resolución de conflictos, así como reducir los riesgos en cuanto a conflictos interpersonales, adicciones al alcohol, drogas, casos de acoso sexual y violencia, entre otros.

Antes los aspirantes participaban en los concursos de méritos (títulos académicos) y de oposición (pruebas de conocimientos) y ofrecían una clase demostrativa antes de recibir su nombramiento.

En los últimos 10 años (por el déficit de docentes) el ingreso al magisterio se aceleró a través de los concursos ‘Quiero ser maestro’, en los que hasta ahora se escogen a profesionales de diferentes áreas del conocimiento que no necesariamente se han graduado de profesores.

Psicólogos y sociólogos consultados por Diario EXPRESO consideran que la evaluación psicológica debe ser para cualquier profesional o adulto que tiene a su cargo el cuidado y formación de un menor.

“Profesores, médicos pediatras, entrenadores de fútbol, todos los que se relacionen con menores de edad tienen que pasar por una prueba psicológica porque así una persona haya culminado un doctorado, eso no garantiza que sea sana en sus impulsos”, sostuvo Mónica Centeno, psicóloga clínica con 20 años de experiencia.

Según el Ministerio de Educación, hay 882 casos de abuso sexual reportados entre el 2014 y 2017, de los cuales 321 fueron cometidos por personas externas al sistema educativo y 561 por personas vinculadas a este. Se han abierto 453 sumarios administrativos a docentes.

La exrectora se contradice

Llegó a la Fiscalía del Guayas la exrectora del colegio réplica Aguirre Abad, Patricia Cuenca, para rendir su versión acerca de los casos de abuso sexual que se perpetraban en el plantel. La diligencia fue a puertas cerradas.

Su abogado defensor, Diego Vajer, insistió en la inocencia de su clienta. “Se ha actuado según demanda el protocolo del Ministerio de Educación”. Sin embargo, Hernán Ulloa, abogado de las víctimas, asegura que en el despacho de ella reposaban varias quejas por delitos sexuales y maltratos no denunciados y que ella lo reconoció. “Con esta confirmación acepta haber omitido su deber de denunciar de manera directa” a la Fiscalía tal como era su obligación jurídica.

El fiscal del caso, César Peña, afirma que en la declaración de la exrectora se evidenciaron varias contradicciones, como que el día del allanamiento ella aseguró haber presentado la denuncia respectiva. No obstante, en la Fiscalía mencionó que esta fue colocada por la mamá de un niño ofendido. El fiscal solicitó el celular de la exrectora para que se hagan los peritajes y determinar si ella mantenía comunicación con los implicados. Ella lo entregó voluntariamente.

En un plantel se habla de 84 casos

Saltan nuevos casos. En la Unidad Educativa Bilingüe Mushuc Pakari se habla de un posible abuso sexual contra al menos 84 estudiantes, en el que las autoridades se niegan a hablar del tema sin la autorización del Ministerio de Educación.

Entretanto, la noticia sobre la aprehensión de un profesor por este delito solo se conocía en las conversaciones de padres que aguardaban afuera del plantel, ubicado en San Miguel del Común (parroquia de Calderón).

La Fiscalía provincial y la Policía ya informaron sobre el hecho que se suscitó contra alumnos de entre 12 y 14 años. La mañana de ayer, Mariana Huilcapi, fiscal especializada en violencia de género, explicó que tuvieron conocimiento de las denuncias (10 en total) desde julio pasado. “A través de las diligencias se pudo determinar que 84 menores son los afectados”. El sospechoso fue identificado como A. Ch., actualmente detenido.

En la Asamblea Nacional una comisión especial da seguimiento a esta temática, luego de hacerse públicos hechos similares en la Academia Aeronáutica Mayor Pedro Traversari (Aampetra), en el sur de la capital.

Hasta el Palacio Legislativo llegó un grupo de mujeres que denunció más hechos. Estos supuestamente sucedieron en una academia de ballet capitalina. Cuatro de las afectadas precisaron que un profesor sería el responsable de violentarlas sexualmente cuando tenían entre 13 y 16 años. Actualmente están por los 20 años.