3 kilos pueden ganarse en promedio en esta época y llegar hasta los 5 en algunos casos, según estudios.

Disfrute las fiestas sin resacas ni empachos

Un grupo de especialistas le dice qué hacer para no sufrir indigestiones y cómo actuar si cayó en la tentación.

Ganar unos cuantos kilos en este mes resulta casi inevitable. Mucho más si esa tajada de delicioso pan de pascua por la que esperamos todo el año equivale a comernos cuatro panes blancos. Y si le agregamos mermelada y un vaso de cola, pues estaremos consumiendo unas quince cucharadas de azúcar. Ya las quemaremos, decimos. Para eso está la dieta de enero, nos prometemos. Pero los que no nos dan tiempo de espera son esos malestares que pueden llegar debido a los excesos, como una tremenda indigestión o una fuerte resaca.

Rogamos porque no nos duren mucho para no perdernos ninguna de las reuniones de diciembre, ¿pero qué hacemos para no llegar a pasar por esos males? Lo primero que debemos recordar es que, aunque nos cuesta admitirlo, los años sí pesan. Por ejemplo, no es lo mismo pasar una noche sin dormir a los 20 que a los 40. Igual ocurre cuando se trata de tragos. Es por eso que para recuperarnos de una resaca a los 20 pueden transcurrir apenas un par de horas, pero cuando llegamos a los 40 esto puede tomarnos un día entero, según una investigación del Alcohol Hangover Research Group.

Así que evitar esas mezclas que al día siguiente pueden dejarnos sin fuerzas es una buena medida para prevenir.

Además, hay algo que debemos tener en cuenta en esta época. El clima está cambiando y son precisamente estos días de calor y de intenso sol los que ponen en riesgo a los alimentos, mucho más si se trata de algún tipo de ensalada o de un marisco que se puede descomponer. A veces basta que por un momento en que se rompa por la cadena de frío para que los productos se dañen. Y aunque por estos días queremos comer de todo, hay que considerar que el problema está en la cantidad y que se debe prestar más atención a los niños y a los adultos mayores.

Cuatro especialistas consultados por EXPRESO dan recomendaciones sobre cómo evitar las resacas y los empachos navideños. Y si termina cayendo en la tentación, le aconsejan también cómo actuar para recuperarse más rápido.

Hay enfermedades que son más usuales en este mes. El gastroenterólogo Rodolfo Farfán dice cuáles.

Los males de la época

Para esta época, una de las enfermedades más comunes es la gastroenterocolitis, producida por la ingesta de alimentos o bebidas contaminadas con toxinas o bacterias. Los síntomas son diarreas, dolor abdominal y vómitos. También puede haber síndrome dispéptico, generado por el consumo de alimentos con excesivo condimento, productores de gas, como harinas refinadas, bebidas gaseosas, granos, carnes... Se presenta con distensión abdominal, náuseas, llenuras...

Los casos de gastritis también aumentan, por la ingesta excesiva de condimentos, bebidas alcohólicas, salsas picantes, cítricos y medicamentos analgésicos y antiinflamatorios. Hay ardor de estómago, reflujo, distensión abdominal y llenura. Se ven además problemas hepáticos y aumento de glicemia y lípidos (azúcar y grasa), por ingerir muchos alimentos grasos, proteicos y ricos en harinas refinadas.

Existen trucos para evitar la resaca navideña. El gastroenterólogo Jorge Flores indica cuáles.

Encebollado no, agua sí

En las fiestas, deberíamos siempre comenzar con un solo tipo de trago, como el whisky o el vodka y consumirlos rebajados con agua mineral o agua carbonatada. Si desea vino, tómelo con las comidas y solo dos o tres copas. Tanto el vino como la cerveza son bebidas muy fermentativas que pueden provocar problemas intestinales.

Recuerde que mientras mayor sea el grado de alcohol que consuma, mayor será el nivel de deshidratación que puede producir a la persona. Por eso, tome agua mientras bebe y verá que la resaca será menos severa. También consúmala antes de dormir.

Y si mezcló tragos, no se cuidó y amaneció con chuchaqui, no tome pastillas ni coma encebollados como hacen muchos. Es un error porque está forzando más a un estómago que ya tiene una carga de alcohol y de alimentos y que está con ácido al máximo. Solo hidrátese.

No se debe que forzar a los chicos a largas salidas. La pediatra Patricia Ordóñez explica por qué.

Cuide la digestión del niño

Los padres deben estar pendientes de que los niños tengan tiempo para ir al baño a hacer sus necesidades. A veces para esta época los llevan a largas jornadas de compras o a reuniones y olvidan, por ejemplo, que en el centro comercial, en un restaurante o en una casa que no sea la suya, el pequeño se siente extraño y le es más difícil hacer su deposición. Hay que educar a los padres para que haya una dosificación en relación a las salidas y que lleven siempre la suficiente cantidad de agua, porque con el calor de estos días el niño se deshidrata con mucha más facilidad.

Es verdad que precisamente por el sol les provocará tomar mucha gaseosa. Si no puede evitar darle una, prefiera que no sea negra, porque eso lo va a excitar. Ya sabemos que de por sí esta es una época muy excitante para ellos por los ruidos. Y en cuanto a dulces, no está mal que los consuma, pero póngale límites.

En el adulto mayor el hígado ya no trabaja igual. El geriatra Aldo Guevara sugiere qué comer.

El relleno solo una vez

Navidad y Año Nuevo coinciden con el momento en que el calor comienza a intensificarse en Guayaquil y aparecen virus nuevos. Se fermentan los alimentos más fácilmente y eso puede provocar problemas gastrointestinales. Las personas mayores son más sensibles porque nuestro hígado, que es el depurador del organismo, a partir de la cuarta década de vida empieza a fallar.

Por eso, lo recomendable es que en la comida navideña consuma pavo o alguna otra carne, pero recuerde que el relleno, que es preparado con vísceras, puede alterar el ritmo gastrointestinal, mucho más si no se ha sometido a la desparasitación anual. Cómalo en Navidad o en Año Nuevo, pero no en ambas ocasiones. Para brindar, prefiera champán o un vino espumante. Y si no se pudo controlar y sufrió de diarrea, hidrátese, tome caldos ralos por 24 horas y consuma lactobacilos.