Dialogo y la tesis de Sabato

El diálogo es la primera premisa de una democracia, es la oportunidad para confrontar criterios, intercambiar ideas, debatir. No puede ser un coloquio de frases afectuosas, tampoco un sainete, deben abandonarse visiones parciales, subjetividades, intereses particulares, los contertulios deben escuchar sus argumentos o razones.

Para que el diálogo sea constructivo se debe definir coincidencias motivadas a encontrar caminos que conduzcan a objetivos comunes. Actualmente hay temas que interesan a todos los ecuatorianos: acentuar el combate a la corrupción, contratar asesoría internacional para recuperar dineros mal habidos, reestructurar la deuda pública, consensuar costos de servicios básicos, mejorar la productividad, entre otros aspectos. Dada la crisis que sufre el país, el gobierno debe fortalecerse incorporando ciudadanos capaces, aunque no sean del partido gobernante.

El Presidente Lenín Moreno está utilizando el diálogo, una buena terapia después que en el anterior gobierno la palabra presidencial establecía lo que se podía pensar, hacer o no hacer, su “verdad” había que reverenciarla y obedecerla. La única opción era ser partidario del gobierno, para ello sometió todas las funciones e instituciones del Estado.

El sector empresarial está descontento del diálogo, siente -y tiene razón- que se le sigue cargando el pago del despilfarro y errores del anterior gobierno, incluso la tragedia del terremoto debió pagarla el sector privado, no existían reservas para esa contingencia. Perú enfrentó un desastre por inundaciones sin crear nuevos impuestos.

El catedrático y literato argentino Ernesto Sábato, afirmaba que en una democracia deben dialogar tres sectores: las funciones del Estado que gobiernan, el sector empresarial proveedor de bienes y servicios y un sector académico formador de técnicos y profesionales. Los tres deben anteponer los intereses nacionales y obrar eficientemente. Ecuador, étnica, cultural y geográficamente diverso, no puede dejar de incorporar a un diálogo, representantes regionales, gremiales, profesionales, ONGs y organizaciones sociales.