El motor. Para dinamizar su economía, China viene estimulando el consumo, con un mayor acceso a créditos.

La deuda inmobiliaria china enciende alarmas

La deuda de los hogares en China creció a un ritmo “alarmante”, a la par de los precios de la vivienda, afirmaron varios analistas, que advierten acerca de los riesgos de una brusca caída del mercado inmobiliario, con consecuencias negativas a nivel mu

La deuda de los hogares en China creció a un ritmo “alarmante”, a la par de los precios de la vivienda, afirmaron varios analistas, que advierten acerca de los riesgos de una brusca caída del mercado inmobiliario, con consecuencias negativas a nivel mundial.

Los créditos fáciles y los cambios de hábitos han transformado rápidamente al país, cuyos consumidores eran más bien reacios a los préstamos, pero ahora se lanzan ávidamente a las compras. La subida explosiva de los precios de las propiedades en las principales ciudades chinas ha significado un aumento de la riqueza de los hogares, pero al mismo tiempo ha impulsado un auge de los créditos en la medida de que tanto los consumidores como los inversores buscan no perder los beneficios de este fenómeno. En los últimos cinco años la deuda de los hogares en la segunda economía mundial aumentó un 28 % del PIB a más de 40 %.

“La noción de que a los chinos no les gustan los préstamos está claramente desactualizada”, explicó Chen Long, de la firma Gavekal Dragonomics.

El porcentaje de deuda tenida por los hogares, con respecto al total, subió un 67,5 % en el tercer trimestre de 2016, registrando un crecimiento de más del doble con respecto al año pasado. Pero estas cifras han generado temores de que una caída brusca de los precios inmobiliarios pueda tener un efecto negativo en muchos créditos, que termine desatando un efecto dominó que arrastre las tasas de interés, el tipo de cambio y los precios de las materias primas.

Esto podría terminar gestando “un macroevento global”, advirtieron los analistas de ANZ en un comunicado reciente. Aunque el indicador que mide el porcentaje de los créditos contraídos por los hogares con respecto al total todavía es bajo si se lo comparara con países desarrollados donde este barómetro puede tocar el 80 % de los préstamos en Estados Unidos o el 60 % en Japón, ya supera al de otras naciones emergentes como Brasil o India. Si el crecimiento se mantiene, este indicador tocará la cota del 70 % del PIB en unos pocos años.

El Partido Comunista se ha puesto como objetivo un crecimiento de la economía de entre el 6,5 y 7 % para el próximo año y el país asiático se encamina a cumplir esta meta gracias a un crecimiento explosivo de los precios en las grandes ciudades y a la facilidad en el acceso a los créditos bancarios.

Pero que se mantenga el flujo actual de préstamos genera “riesgos sustanciales” que podrían convertirse en “una estrategia autodestructiva”, opinó Chen.