Vista aérea de la Universidad Central de Quito.

La dependencia economica de las universidades, al alza

El ofrecimiento de universidades con mayor inversión no se cumplió en los nueve meses del año. El ingreso por autogestión de la academia es mínimo.

Los compromisos estatales son numerosos y van en aumento. Pese al discurso de austeridad y reducción de gastos, hay entidades que demandan más dinero del gobierno central y complican a una ya apretada billetera pública. Las universidades y escuelas politécnicas, por ejemplo, mantienen una creciente dependencia de fondos gubernamentales, a la par de una drástica disminución de generación de recursos propios. Son las mismas entidades que ofrecieron, a finales del año pasado, más inversión a cambio de no perder parte de los recursos del gobierno central. A la fecha, la promesa no se cumple.

En la proforma presupuestaria de 2018, la administración de Lenín Moreno retiró algo más de 50 millones de dólares para las universidades. Hubo protestas, reclamos, marchas y extensas reuniones entre autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas y los rectores de los centros de educación superior. Ellos se comprometieron a destinar a inversiones los recursos entregados. Lo ejecutado muestra que algunos rubros para proyectos disminuyeron. Pasaron de 96 millones, ejecutados en 2017, a menos de 30 millones de dólares en lo que va de este año.

No es el único problema. La autogestión de las 29 universidades públicas alcanzó los 156,7 millones de dólares durante 2014. Ese año, el presupuesto total de la academia estatal fue de 1.061 millones de dólares. Es decir, menos del 10 % provino del trabajo propio de las instituciones.

Y este año el escenario es aún más negativo. Los recursos de autogestión, según la planificación inicial, llegan solo a 86,9 millones de dólares. Una reducción de cerca del 45 % en cinco años.

El presupuesto total para 2019 es de 1.360 millones (300 millones más que en 2014).

¿De dónde reciben recursos las universidades que generan menos por autogestión? Datos del Ministerio de Economía y Finanzas muestran que hay seis fuentes. Dos de ellas son estatales, otra es la autogestión, también los préstamos (internos y externos) y una más son las donaciones. Por este último concepto solo ingresaron 25.000 dólares este año.

Las dos fuentes estatales son, en cambio, dinero del presupuesto general y aportes directos para el fondo universitario, que se compone con parte de los ingresos por el Impuesto a la Renta y por el IVA. Dinero de todos los ecuatorianos. El Estado aportó a las 29 universidades más de 1.200 millones de dólares en 2019.

A eso se debe sumar los más de 100 millones de dólares que reciben las ‘cuatro universidades emblemáticas’ que ideó el expresidente Rafael Correa. Yachay, UArtes, Ikiam y la UNAE tienen un régimen de asignación único y diferente al de las otras 29 instituciones.

Hasta el 23 de septiembre, las 33 universidades y escuelas politécnicas públicas gastaron 738,4 millones de dólares para sus operaciones. Es decir, cerca del 50 % de lo asignado. De ese monto, 564 millones de dólares corresponden a pagos de sueldos para maestros y personal administrativo.

Otros 69,8 millones de dólares ya se han desembolsado para el pago de bienes y servicios básicos.

Las universidades públicas

Más costosas

Cinco universidades son las que más captan ingresos. La Universidad de Guayaquil tiene 182 millones. La Universidad Central, en cambio, tiene 160 millones. La Politécnica Nacional, la Universidad de Cuenca y la de Chimborazo completan el ‘top’.

Emblemáticas

El proyecto del correísmo fue construir cuatro universidades que ya están en operaciones. Las estructuras se levantaron, en su mayoría, con financiamiento chino que aún no se termina de pagar. Las escuelas tuvieron observaciones por su pertinencia.

Defensa

En noviembre, las universidades se comprometieron con el Gobierno a “implementar medidas de austeridad que garanticen que los recursos asignados se utilicen de manera prioritaria en inversión, gratuidad y el mejoramiento de servicios”.

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