
Una decada al frente del poder
Rafael Correa asumió, por primera vez, la presidencia de la República el 15 de enero de 2007. Hoy, Alianza PAIS festejará, por segunda vez consecutiva, en Guayaquil.
Rafael Correa asumió, por primera vez, la presidencia de la República el 15 de enero de 2007. Hoy, Alianza PAIS festejará, por segunda vez consecutiva, en Guayaquil.
En la historia reciente del país ninguna organización política ha logrado mantenerse por tanto tiempo en el poder. ¿Una década ganada o perdida?
El discurso oficial destaca avances en temas sociales como salud, educación, empleo, por ejemplo. O en la ejecución de grandes obras de infraestructura: carreteras, hidroeléctricas e incluso proyectos que no terminan de arrancar como la Refinería del Pacífico.
Para los verde flex, la estabilidad política y el reconocimiento internacional son “motivo de orgullo”, según los legisladores de la bancada de PAIS. Pero Esteban Nicholls, de la Universidad Andina, cree que ha habido “estabilidad electoral o de liderazgo carismático, no política. El Gobierno ha desarticulado a las organizaciones sociales y eso no debe ignorarse”.
La oposición cuestiona los supuestos logros gubernamentales y habla de la “década perdida”. El Estado ha manejado la mayor cantidad de recursos económicos en toda la historia: en 10 años dispuso, a ‘ojo de buen cubero’ 300.000 millones de dólares atados al alto precio del crudo y el incremento de la recaudación tributaria.
Los resultados no se compadecen con las cifras, dicen los críticos. El crecimiento de la economía aún está a la cola de América Latina y depende del gasto público. Ecuador también va detrás de sus vecinos: en inversión extranjera directa no suma los resultados de Colombia y Perú. Además, los compromisos pendientes de la deuda pública alcanzan máximos históricos: 37.222 millones de dólares.
La oposición no encuentra explicación a esta situación. “Hay que fiscalizar el manejo de los recursos en estos 10 años”, dijo Antonio Posso, de Avanza. Él recuerda los casos de corrupción, la concentración de poder y la falta de libertades.
Pero el Gobierno dice que tiene “mucho por celebrar”.
El récord de ingresos por petróleo, tributos y deuda pública
Antes de la “tormenta perfecta” hubo un paraíso. Ecuador contó con un precio del barril de crudo superior a los 100 dólares y una recaudación tributaria -de 2007 a 2016- cercana a 100.000 millones de dólares. Una cifra que asombra si se toma en cuenta que de 2000 a 2006, el Servicio de Rentas Internas (SRI) generó solo 21.338 millones.
Entonces llegó 2015. La apreciación del dólar y el desplome del precio del barril de petróleo pasaron factura y evidenciaron falencias de política económica. El camino escogido en ese escenario fue la adquisición de deuda pública.
El crecimiento es considerable. En 2007, la deuda contratada fue de 13.872 millones. En noviembre de 2016, el Ministerio de Finanzas registraba compromisos pendientes por 37.222,7 millones de dólares.
Es decir, 23.350 millones más.
El aumento no es el único punto observado. 8.145 millones del total adeudado por Ecuador, pertenecen a China. El gigante asiático presta con tasas de interés cercanas al 7 % u 8 %. La deuda también es cuestionada por su clasificación. Las preventas de crudo y los préstamos del Banco Central (cerca de 4.000 millones) no se contabilizan. Con ellas, las cuentas superarían el 44 % del PIB. Cuatro puntos por encima del límite legal.
La administración de Correa deja, además, un eje suelto. El prometido cambio de la matriz productiva no se concreta. Ecuador sigue teniendo una economía que depende del petróleo y de productos como el banano, las flores y el camarón. La industrialización no llegó al agro y, como consecuencia, las exportaciones tienen poco valor agregado.
Las cifras laborales conservan los rasgos de 2007
Tras diez años de administración, el panorama no varió significativamente. Al cierre de 2007, un 5 % de la Población Económicamente Activa (PEA) estaba en el desempleo. Una década después, con variaciones metodológicas y el aumento de la población, el indicador llegó al 5,2 %.
Un ejercicio similar se evidencia en el cálculo que el INEC hace sobre el subempleo. En 2007, un 18,2 % de personas estaban en esa categoría. Hasta septiembre de 2016, último dato disponible, el número de subempleados era del 19,4 % de la ciudadanía. Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, cuestiona el manejo que las autoridades dieron al trabajo. Los cambios normativos y la falta de flexibilidad laboral son vistos por el sector privado como negativos.
La infraestructura vial todavía tiene problemas
Más de 8.700 kilómetros de carreteras, ocho centrales hidroeléctricas, multipropósitos y trasvases, son algunas de las obras emblemáticas que ostenta el Gobierno. En total, según el presidente, la inversión en sectores estratégicos y vialidad supera los 39.000 millones de dólares. Sin embargo, los trabajos en las carreteras se hicieron sobre una red vial que ya existía. Todavía no hay una autopista que conecte a las ciudades principales: Quito y Guayaquil. Se necesitan ocho horas para recorrer 400 km, eso es algo impensable en otro país, dice la oposición. Tampoco el mantenimiento ha sido óptimo. Por ejemplo, la carretera Alóag-Santo Domingo, por la que circulan 25.000 vehículos al día, casi siempre tiene problemas a causa de la lluvia: derrumbes y deslizamientos de tierra. Eso obliga a cerrar el paso y los conductores tienen que esperar por horas.
Un millón de ecuatorianos dejó la pobreza
El oficialismo asegura que disminuyeron los índices de pobreza: 1,5 millones dejaron de ser pobres, dice Senplades. Mientras el INEC señala que la pobreza extrema a nivel nacional “es de 10,5 %”. Pero el régimen sostiene que han mejorado las condiciones de vida en el campo y que han priorizado la atención a las personas vulnerables. Sin embargo, los analistas opinan que esas “cifras son maquilladas y propaganda política”.
Para Richard Salazar, experto en temas sociales, hay que dar una vuelta por el país para ver la realidad. Según él, en la periferia de Quito, por ejemplo, “hay niños trabajadores de la calle y mujeres que pelan papas por un jornal de cuatro dólares”, dijo.
La salud y educación entre la cantidad y calidad
PAIS muestra los logros sociales en esta década. La inversión salud es de 13.500 millones de dólares, mientras en mejoramiento de infraestructura educativa es de 20.000 millones de dólares. Sin embargo, aumentar el número de hospitales no significa mejorar la calidad de atención. Los pacientes esperan meses para una cita médica y se quejan de la falta de medicamentos. En educación, en cambio, están como carta de presentación las escuelas del milenio (58 en total). Pero las críticas llegaron de su candidato presidencial, Lenín Moreno. “Son elefantes blancos”, sentenció.
Pepe Acacho, de Pachakutik, subrayó que, además, “acabaron con la educación intercultural bilingüe, una conquista de los pueblos”, dijo.
Cuestionadas la libertad de expresión y de asociación
Las organizaciones sociales y políticas critican la concentración de poder y la falta de libertades en esta década de la lista 35. Eso dice la Unión Nacional de Educadores (UNE), por ejemplo, que tiene su ‘par’ creada por el Gobierno: la Red de Maestros.
A eso se suma la preocupación de Human Rights Watch y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la libertad de prensa y de asociación en Ecuador.
Gilmar Gutiérrez, de Sociedad Patriótica, señaló que el Régimen controla todas las funciones del Estado y los organismos de control. “Los que piensan distinto o denuncian los casos de corrupción son perseguidos por el Gobierno”, dijo.