Contralmirante, que tiene bajo su mando al Comando de Operaciones Navales de la Armada y al Comando Operacional Occidental, integrado por personal de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, que tienen el control de las cinco provincias con costa, entre ell

Darwin Jarrin: “La situacion del pais no nos permite operar al 100 %”

En diciembre pasado, el presidente Rafael Correa, con cuatro decretos ejecutivos, descabezó a la cúpula militar, pero principalmente a la de la fuerza naval, de la que dejó fuera a seis altos oficiales, que tenían el grado de vicealmirantes, el segundo

En diciembre pasado, el presidente Rafael Correa, con cuatro decretos ejecutivos, descabezó a la cúpula militar, pero principalmente a la de la fuerza naval, de la que dejó fuera a seis altos oficiales, que tenían el grado de vicealmirantes, el segundo más alto de la carrera. Ahora, la Marina está bajo el mando de los contralmirantes.

Tiene 38 años en la Marina y la mayor parte de ellos al frente de unidades operativas. El contralmirante Darwin Jarrín cuenta cómo está la entidad hoy, después del descabezamiento de la cúpula naval en diciembre pasado.

- Desde hace un mes usted dirige el Comando de Operaciones Navales, que es el área operativa de la Armada. ¿Cómo está ese comando tan vital para la seguridad del país?

- Toda mi vida profesional he estado vinculado al sector operativo, lo que me permite conocer su problemática. Es un gran reto no solo ser el comandante de operaciones navales y de la I Zona, sino ser el jefe del Comando Operacional Occidental, que agrupa también a personal del Ejército y la Fuerza Aérea y que incluye las provincias de Esmeraldas, Guayas, Manabí, Galápagos y parte de El Oro. Tenemos dos responsabilidades de trascendencia nacional. Por un lado, la frontera norte y por otro el tratamiento a todos los afectados por el terremoto. Tenemos aún 23 albergues, tanto en Manabí como en Esmeraldas y aproximadamente 1.000 efectivos militares (Ejército, Marina y Aviación) al resguardo de esa gente.

- ¿Mantener esos 1.000 hombres, una parte marinos, afecta la operatividad de la Armada?

- Hemos extraído especialmente a personal de los repartos administrativos para que vaya a cumplir esa función: submarinistas, aviadores navales, personal de superficie, guardacostas, infantería de Marina. Hemos intentado afectar la parte operativa en lo mínimo, porque la necesitamos para el control de los espacios acuáticos, su protección es vital para el país.

- ¿Alcanza el personal que tienen para hacer los controles?

- Nosotros trabajamos coordinadamente sobre una base de inteligencia que nos dice dónde están las amenazas y qué composición tienen. Esa inteligencia nos permite tener la mayor cantidad de elementos de juicio para poder organizar un equipo operativo, con todos los componentes, que nos ha permitido reducir las actividades ilícitas en el mar, tener capturas importantes de droga. La Armada tiene la ventaja de tener multiplicidad de componentes: buques, lanchas guardacostas, helicópteros, aviones, aviones no tripulados.

- ¿Todos los equipos de la Armada están operativos? Lanchas, helicópteros, aviones...

- La Armada no puede ser la excepción en la situación económica que vive el país, que no nos permite tener el ciento por ciento de nuestra flota de superficie y de aeronaves operativas.

- ¿A qué nivel están?

- Depende mucho de los componentes. En la aviación naval y en la infantería de Marina están un poquito más altos. En la escuadra naval estamos en un proceso de recuperación de las unidades que es costoso; es un proceso lento. No se puede recuperar una corbeta o una fragata en semanas. Tenemos para eso una planificación.

- ¿En qué porcentaje está operativa la escuadra naval?

- Por seguridad nacional no podemos decirlo. Lo importante es que se está mejorando. Tenemos un proceso de modernización de tres corbetas. Una de ellas está prácticamente concluida y las dos están por buen camino.

- ¿Preparados para lo que pueda ocurrir en la frontera por el proceso de desmovilización de las FARC en Colombia con la firma del acuerdo de paz?

- Hemos hecho un análisis muy profundo de esa problemática, que podría generar otro tipo de escenario, quizá más complejo, que obligue a las Fuerzas Armadas a reforzar su presencia en todo el cordón fronterizo. Nuestra preocupación principal está volcada a la frontera norte por la seguridad del país. Hay muchos conflictos generados por el tráfico de estupefacientes que mueve mucho dinero y tiene una altísima capacidad de corrupción, especialmente en poblaciones empobrecidas. Allá tenemos ahora guardacostas, infantes de Marina y la Aviación Naval, por el tipo de escenarios en que se desarrollan las actividades. Son canales, archipiélagos, caletas, con muchas posibilidades de escondite. Estamos respondiendo en función de las demandas de seguridad y esas necesidades cambiantes nos obligan a redistribuir nuestros recursos humanos, materiales, sin descuidar el resto de sectores del país.

- Se ha hablado de desprofesionalización, de división de las Fuerzas Armadas. ¿Se siente eso en la Armada?

- Nosotros estamos volcados a mantener la cohesión institucional. Ahora mismo el comandante general de Marina está visitando todas las unidades, llevando ese mensaje de unión, de fe en la institución y en los mandos. Si no hubiesen tenido las bases que tienen las Fuerzas Armadas, quizá no estuviéramos como estamos ahora. La situación que vivimos es sui géneris y va con los cambios que tiene el mundo. Nosotros tenemos que adecuarnos y adaptarnos a esos cambios. Cada situación nos da a nosotros la oportunidad de ser proactivos para de alguna manera buscar esa cohesión institucional, de compartir con los oficiales y la tropa, sin ningún distingo. En la mañana hago deporte con el marinero, el cabo, el capitán.

- Esas actividades siempre se han cumplido así.

- Generalmente, pero ahora tenemos que hacerlo con más ahínco. Tenemos una formación que nos permite garantizar que esa cohesión institucional se mantendrá. Todos los que vestimos el uniforme tenemos el firme convencimiento de que nuestro trabajo debemos volcarlo al servicio del Estado para que el ciudadano se sienta seguro y sienta orgullo de las Fuerzas Armadas.