Reacción. Romario Ibarra y Bruno Vides, de Católica, se lamentan al final del juego.

El Cuenca rescato un punto ante Catolica en la ultima jugada

Quito Los camaratas dejaron escapar la victoria en el último suspiro del partido. Cuando los fieles seguidores de Universidad Católica ya celebraban ayer el triunfo en el Atahualpa, apareció el zaguero argentino Ezequiel Felippetto para darle el empate al Deportivo Cuenca.

Para Álex Aguinaga, entrenador del conjunto azuayo, era justo que uno de los dos ganara. “El empate es salomónico”, añadió.

Aseguró que se iba tranquilo por la entrega de sus dirigidos. “El equipo no se rindió nunca a pesar de ir en desventaja (2-1)”, subrayó.

La Católica y el Cuenca salieron en busca de los tres puntos. Los dos mostraron un juego ofensivo.

A los cinco minutos, los visitantes abrieron el marcador. Bryan Oña aprovechó del error del zaguero Henry Cangá para enviar sin problemas el balón al fondo de las redes.

El Deportivo Cuenca pudo liquidar las cosas en el primer episodio. Al argentino Raúl Becerra, al venezolano Jacobo Koufatty y al nacional Walter Chalá les faltó jerarquía en la definición.

“El Cuenca le perdonó a Católica en el primer tiempo. Tuvimos tres claras ocasiones de anotar”, indicó Aguinaga.

Con el ingreso de Romario Ibarra en la complementaria, el cuadro local tuvo desborde por la banda derecha.

El empate transitorio fue obra de Bruno Vides.

Ninguno de los dos equipos se conformaba con la igualdad y siguieron empujando el balón al arco.

Luis Miguel Escalada sacó provecho de una acción individual de Ibarra para desnivelar la balanza en favor de Católica.

El Cuenca nunca bajó los brazos y Filippetto alcanzó el empate agónico. MOL