Partidos. En una foto de archivo, Sergio Cabral, del PMBD.

Crispacion en Rio por la captura de otro exgobernador

Dos exgobernadores del estado de Río de Janeiro han sido apresados con poco más de 24 horas de diferencia, cada uno por una trama de corrupción diferente. Por un lado está Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que fue

Dos exgobernadores del estado de Río de Janeiro han sido apresados con poco más de 24 horas de diferencia, cada uno por una trama de corrupción diferente. Por un lado está Sergio Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que fue llevado ayer en la mañana a prisión preventiva en una intervención policial dentro del marco de Petrobras. A él, gobernador entre 2007 y 2014, se lo acusa de beneficiarse con 220 millones de reales ($ 64 millones) gracias a desvíos en los contratos para obras del estado. Su mujer, Adriana Ancelmo, también fue detenida.

Por otro lado está Anthony Garotinho, del Partido de la República, que fue detenido el miércoles. El que fuera gobernador entre 1999 y 2002 está ahora acusado de participar en una trama de compra de votos a través de un programa social.

La detención de estos dos pesos pesados de la política estatal solo ha aumentado el malestar en Río, un estado donde últimamente se han concentrado varios de los problemas que asolan Brasil. Además de los casos de corrupción entre la élite política, por ejemplo, está la gravísima crisis económica. Ya van varias ocasiones en las que Río ha tenido que pedir ayuda al Estado, también sumido en su propia crisis, para saldar sus deudas. Y esto no ha evitado que últimamente los funcionarios se hayan echado a las calles, hartos de trabajar en condiciones precarias. El miércoles, cientos de manifestantes chocaron con la policía en una protesta fuera a la Asamblea, donde se estaba aprobando el paquete de medidas del gobernador actual, Luiz Fernando Pezão (PMDB). Entre ellas está un aumento en los impuestos y la enésima suspensión de las pagas extra. Cuando intentaron tirar la verja que protegía la sede, la policía recurrió a bombas lacrimógenas. Durante unos minutos caóticos, el centro de la ciudad de Río se convirtió en un campo de batalla.

Aunque Cabral ya no sea gobernador, se le sigue viendo como uno de los responsables de la situación actual del estado: por su gestión en sus siete años de gobernador y por haber elegido a dedo a su sucesor, Pezão. Ahora los agentes que investigan el megacaso de corrupción Petrobras han hallado “fuertes indicios de que había un cartel detrás de grandes obras ejecutadas con recursos federales”. Entre esas grandes obras está la reforma del Estado de Maracanã (1.500 millones de reales, $ 440 millones), el Arco Metropolitano (otros 1.500 millones de reales) y el programa de aceleración del crecimiento de las favelas (1.100 millones de reales). Con todas estas obras, Cabral supuestamente recibió 224 millones de reales.