La crisis deja sin papel a Egipto
Pistas. Jóvenes en maletas llevan libros comprados en feria de El Cairo.Carles Grau Sivera / EFE

La crisis deja sin papel a la industria del libro en Egipto

El incremento en el precio del papel tras suspensión de la importación ha aumentado en un 280 %

En Egipto, uno de los principales centros culturales de Oriente Medio, publicar un libro es ahora todo un hito, puesto que la crisis ha provocado que el precio del papel se cuadruplique en menos de un año, lo que ha obligado a los editores a reducir drásticamente el número de copias y ser más selectos con los títulos que van a imprimir. Con la inflación por los aires, la pérdida de más de la mitad del valor de la libra egipcia respecto al dólar y las restricciones impuestas por el Gobierno para importar papel del exterior, las editoriales de Egipto ahora sudan tinta para la supervivencia del sector del libro.

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“Hace un año compraba una tonelada de papel por 17.000 libras egipcias. Ahora compro lo mismo pero por 65.000. Es una locura, es como si estuvieran vendiendo droga, porque si tienes un par de toneladas de papel puedes hacer una fortuna”, dijo entre risas a EFE la fundadora de la editorial egipcia Al Kotob Khan, Karam Youssef.

Como la gran mayoría de editores egipcios, Youssef ha tenido que tomar medidas para hacer frente a la crisis, eso sí, sin que afecten demasiado al precio del producto final, especialmente durante la 54 edición de la Feria del Libro de El Cairo, un evento que cada año atrae a millones de visitantes de todo Egipto y de otros países de la región.

Ante la devaluación de la moneda local de casi un 50 % y las ansias para preservar las reservas de divisa extranjera, el Gobierno decidió el año pasado suspender la importación de papel, por lo que el precio de los folios se disparó un 280 %. Esto se ha traducido en que las editoriales hayan tenido que hacer severos recortes en el número de ejemplares de cada edición, descartar las traducciones, y además les ha obligado a ser más estrictos a la hora de seleccionar qué libros publicar.

En la Feria del Libro de El Cairo, los visitantes lo notan, como es el caso de Hala, una joven de 13 años que acudió al evento para comprar libros en inglés y encontró pocas opciones disponibles en lengua extranjera.

En Al Kotob Khan, por ejemplo, cada año publican alrededor de 20 libros, pero este han tenido que recortar el número a diez.

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De la misma forma, el fundador de la editorial egipcia Sefsafa, Mohamed el Baaly, dice que en el último año tuvo que reducir un 70 % las impresiones de libros en comparación con el anterior para poder hacer frente a la crisis. “Por ejemplo, de un libro de poesía de un autor extranjero que esté traducido, antes solíamos imprimir 500 copias en la primera edición, ahora solo cien”, lamenta Al Baaly.

Las editoriales han tenido que tomar cartas en el asunto, en parte también por la falta de ayudas estatales para el sector, con el objetivo de preservar su negocio y mantener viva la pasión por la lectura que existe en Egipto. “La impresión digital es una de las soluciones”, aseveró Youssef, ya que es menos costosa que la tradicional impresión ófset si el objetivo es mantener relativamente bajo el número de copias. El Baaly, a quien la crisis ha obligado a posponer varios proyectos, ha empezado a imprimir libros fuera del país para abaratar los costes, y planea que en un futuro próximo pueda hacerlo con la mayoría de sus títulos.