Costos de maestrias

“Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia” fue la respuesta de Derek Curtis Bok, rector de la Universidad de Harvard entre 1971 y 1991, al ser preguntado por los altos costos de la educación de calidad.

Existe un proyecto de ley para estandarizar los cobros por maestrías en Ecuador, poniendo como tope la suma de US$ 13.000, encasillando a todas las instituciones sin considerar sus diferencias e individualidades, lo cual evidencia demagogia y total desconocimiento del sistema.

Los aranceles de maestrías se fijan en atención de los costos de logística del programa, desde el material a usarse (carpetas, libros, proyectores, internet, mobiliario, aulas, etc.), hasta los honorarios de profesores con grados de PhD o maestrías, nacionales o extranjeros, y en el caso de los extranjeros, pasajes aéreos, hospedaje, alimentación, traslados, etc. A mayor calidad, mayor costo y por tanto, mayor valor.

El gobierno anterior auspiciaba posgrados fuera del país pagando 60, 80 o 120 mil dólares, dependiendo de la universidad, tiempo y programa. En Cuba los hay por US$ 12.000 y hay maestrías de una prestigiosa universidad chilena con campus en Miami-EE. UU., con un costo de $45.000. Tanto en Cuba como en EE. UU. y en otros países, se debe sumar los pasajes aéreos de los cursantes (US$ 12.000), hotel, alimentación, traslado, por un mínimo de 2 años y 4 viajes por año (US$ 16.000), lo que suma un total de US$ 93.000 en EE. UU. y de US$ 48.000 en Cuba, país comunista. En Ecuador los costos por maestrías van desde los US$ 7.000 en universidades estatales, hasta US$ 20.000 en las privadas, por un programa de maestría de dos años, costo que, dividido para los 24 meses de duración, equivale a $ 833 mensuales, el de mayor valor.

Con este cálculo, no resulta caro el costo de las maestrías en nuestras universidades, considerando que existen personas que pagan US$ 1.000 mensuales por pensiones de la escuela de sus hijos, mucho más caro que lo que se paga mensualmente por las maestrías. ¿Verdad señora asambleísta?