Corrupcion provincial y local
En el combate a la corrupción sería un inaceptable despropósito buscarla solamente en el ámbito del Gobierno central. En las administraciones provinciales y locales también hay que perseguirla y hacen bien las autoridades elegidas el pasado marzo, en haber mirado atrás y no recibir sin beneficio de inventario lo que le entregaron sus antecesores.
En el extremo más relevante, incluso se tomaron un buen tiempo las nuevas autoridades provinciales del Guayas, para verificar el estado de la institución de la que se iban a hacer cargo y la mantuvieron cerrada a la atención al público hasta conocer a fondo la realidad a enfrentar. La provincia está esperando que se hagan públicos los hallazgos de mayor trascendencia.
Una actitud similar había adoptado, a su tiempo, el expresidente Febres-Cordero, cuando le tocó asumir una caótica alcaldía de Guayaquil y ello contribuyó notablemente al desempeño de su gestión.
Ahora, cuando los nuevos alcaldes y prefectos ya poseen una visión a fondo de lo que tienen bajo su conducción, en muchas ciudades y provincias se han detectado diversos tipos de corrupción, generados por la administración a la que suceden. Es mandatorio que la Contraloría intervenga para verificar si las sospechas están sustentadas y se proceda en consecuencia.