Actualidad

Un si... contundente

Como pueblo, nos hemos vuelto raros, confusos. Por ello... cual más, cual menos, nos quieren ver la cara de zoquetes y proceden con esa intención porque cuando se miran al espejo ven una cara ídem. Así, se ha puesto de moda eso de que no hay que politizar la consulta y se acaba de descubrir como lo más conveniente el que sea “ciudadana”.

Imagino que lo que quieren decir es que no se la partidarice, puesto que no “politizarla” resulta imposible.

Bueno fuese que hubiera podido ser ciudadana, en cuanto al origen de lo sometido a referéndum y a consulta. Si así hubiese sucedido, se incluirían otras inquietudes, tal cual la de derogar la ley mordaza, para que la prensa ejerza libremente su rol.

(Ahora admiten que sí sabían que las denuncias sobre corrupción no eran una invención de la prensa ni de los pocos que se atrevieron a hacerlas pero, la prepotencia sigue manifestándose y Fernando Villavicencio y Klever Jiménez siguen con grilletes electrónicos.)

En todo caso, la reflexión que importa frente a la certeza (hoy 10 de diciembre) de que el Sí alcanzará una victoria rotunda, es ¿qué va a ocurrir luego de conocido el resultado?

Las dudas surgen en razón de las confidencias del secretario de la presidencia, estableciendo que respecto al diálogo todo es una tomadura de pelo. Y se afianzan con lo actuado en la Asamblea donde se une y se rompe el mismo bloque que tanto solapó la corrupción y continúa haciéndolo.

Entonces, ¿un sí contundente, no es un riesgo de que resurja el afán “revolucionario” y ya no sea cualquier pendejada lo que tal se denomine, sino una gran pendejada?

Yo que sé y asumo que en el Ecuador hacen falta muchos cambios para avanzar en la construcción de la justicia y a partir de allí de la paz y el desarrollo, lo que me temo y no dejo de expresarlo es que dada la crisis fiscal, la revolución ahora quiera meterle la mano a los bolsillos de los ecuatorianos para pasar lo encontrado a los propios.

Conste que en el mío solo van a hallar mis llaves pero, me parece conveniente estar listos para impedir un desbarajuste bajo el membrete de cambios revolucionarios. Conste.