El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional justificó este 4 de enero de 2021 la decisión del presidente Lenín Moreno de decretar el estado de excepción, que fue declarado inconstitucional, como una medida para prevenir una “catástrofe” por los contagios con COVID-19 durante las festividades de Navidad y año nuevo.

Las autoridades también aclararon que pese a la decisión de la Corte Constitucional (CC), todas las multas y sanciones que fueron impuestas mientras duró la medida, entre el 21 de diciembre y la noche del 2 de enero, están vigentes y deben ser ejecutadas.

Una de las razones para declarar el estado de excepción, pese a que la Corte Constitucional ya había advertido en septiembre que el Gobierno no podría decretar uno nuevo, fue la velocidad de contagios que se ha registrado en 17 provincias del país en las última semanas.

Según el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, el promedio nacional de positividad para coronavirus pasó del 19% al 21% desde el 20 de diciembre de 2020. “Lo más preocupante es que el porcentaje casi dobló al 38% de positividad en Carchi, Cañar y Cotopaxi”.

Esto ha conllevado a que las camas de hospitalización a escala nacional estén ocupadas en un 30%. Pero las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) registran una ocupación de entre el 64% y el 68% en promedio nacional.

Pero los hospitales como el Guasmo Sur (Guayaquil), Enrique Garcés (Quito), los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), están ocupado al 100%, al igual que el Vicente Corral Moscoso de Cuenca.

Por su parte, el director del COE Nacional, Juan Zapata, dijo que la decisión de declarar el estado de excepción produjo resultados positivos en el objetivo de las autoridades de evitar aglomeraciones, fiestas en el espacio público y privado lo que redujo las alertas de emergencia en un 20%.

Con respecto a las aglomeraciones el funcionario informó que mientras en los primeros 20 días de diciembre crecieron a un ritmo del 362% y una vez que se firmó el decreto de excepción se logró una reducción hasta llegar al 13% para Navidad y el 12% en fin de año.

También decreció el número de personas que se movilizaron a través de los terminales terrestres durante las festividades. Mientras en 2019 fueron 2,6 millones los ecuatorianos que viajaron en Navidad y fin de año, en 2020 se redujo a 884.624.

Sin embargo, la evaluación de si estas medidas tuvieron éxito en la práctica podrán ser constatadas a partir del 18 de enero cuando se prevé se empiecen a manifestar los síntomas en aquellas personas que contrajeron el virus.

Los funcionarios anunciaron que el COE sigue activo y mantiene competencias sobre las rectorías nacionales entre las que se incluye fronteras, aeropuertos, salud, seguridad, educación y trabajo.

En ese sentido, la tarde del 3 de enero, se tomaron decisiones que se mantienen vigentes por, al menos, dos semanas mientras se evalúa el impacto de las festividades en la cadena de contagios.

• Quedan suspendidas las clases presenciales, así como los pilotajes que se establecieron para 15 universidades, 283 instituciones educativas públicas y privadas y el retorno de los docentes.
• El teletrabajo está establecido hasta el 18 de enero. Las fronteras terrestres y marítimas sigues cerradas.
• Los eventos públicos masivos sigues suspendidos. Las intendencias no entregarán permisos para este tipo de actos.