“Solo se muere cuando se olvida, y yo nunca te olvidaré”. Esto le dice el pequeño Miguel a Coco, aquella abuela que fue furor gracias a la película animada que ganó dos Óscar y que se llevó los elogios del público y la crítica. Hoy por hoy, la gran mayoría recuerda este filme y a sus personajes.

¿Qué diría Tyrone José González Orama al respecto? De hecho, ¿sabe quién es él? Ni siquiera lo conoce, cómo recordarlo. Pues este rapero venezolano popularizó esta frase, que es un parafraseo de antaño de otra de la cual difícilmente se conocerá su origen. Al final, todos parecerían estar condenados al olvido, así hayan hecho algo trascendente.

Pero para que algunos personajes célebres aún no sean parte del olvido que seremos, ¿por qué no recordarlos y visitarlos, tal cual sucede en ‘Coco’, tal cual como cuando visitamos a nuestros seres queridos? Este artículo trata sobre héroes y tumbas, sobre algunas personalidades que sobresalieron en el campo político, cultural, literario y científico ecuatoriano. Algunos de ellos desconocidos, otros más populares. En esta temporada que se conmemora a los fieles difuntos, si coinciden en el camposanto que visita, déjeles una flor o al menos téngalos en mente.

Al pie del Cerro del Carmen se encuentra el Cementerio General de Guayaquil, conocido también como Patrimonial, el cual es el más antiguo del Puerto Principal. Fue fundado por Francisco Xavier de Garaycoa en 1823. Se trata de un espacio que alberga una colosal arquitectura donde confluye lo renacentista y lo neoclásico, lo barroco y lo gótico.

Entre sus nichos y mausoleos se encuentran los restos de varios personajes notables. Muchos de los gobernantes ecuatorianos descansan en este lugar: Eloy Alfaro, Carlos Julio Arosemena Monroy y Carlos Julio Arosemena Tola, Alfredo Baquerizo Moreno, Vicente Rocafuerte, José Luis Tamayo y Jaime Roldós Aguilera son algunos de ellos.

Como si se mirara un librero, los nombres de Joaquín Gallegos Lara, Medardo Ángel Silva, Numa Pompillo Llona y Demetrio Aguilera Malta aparecen en este cementerio, donde importantes mujeres, como Rita Lecumberri, Aurora Estrada de Ramírez y Dolores Sucre están presentes. El trino de un ruiseñor también habita por allí: la tumba de Julio Jaramillo es una de las más concurridas.

Frente a tantas personalidades, los visitantes pueden recorrer las rutas turísticas de las Esculturas, de los Próceres y Presidentes, de Música y cantautores, de Literatura y la Ruta General de todo el cementerio.

Para el historiador Germán Rodas Chaves, este tipo de recorridos son sustanciales, pero no debería limitarse a lo turístico.

“Es importante conocer dónde están los restos de personajes fundamentales, como próceres o gente de las letras, pero esto debería estar acompañado de sus trayectorias y contextos sociales. No se puede reducir a un desfile anecdótico o una especie de fanatismo religioso”.

Y si una tumba evidencia un fanatismo, esta es la del expresidente José María Velasco Ibarra. Sus restos y los de su esposa Corina del Parral se encuentran en el ingreso del Cementerio Patrimonial de San Diego, en Quito. Prácticamente todos los visitantes dejan aunque sea una flor en este lugar. Con esta suerte no corre Flavio Alfaro, hermano del Viejo Luchador, pues su nicho pasa desapercibido, al igual que el de Luis Felipe Borja o el de la educadora María Angélica Idrovo.

Ricardo Rivadeneira, director de Fundación Seppia Cultura, opina que se deben generar distintos procesos de conservación patrimonial y de memoria histórica para que estos espacios no sean olvidados. “Se trata de propiciar una identidad cultural y para conseguirla es importante conocer de dónde venimos y en ese trajinar quiénes construyeron nuestra historia”.

Las iglesias del casco colonial quiteño no solo albergan una arquitectura y obras de arte invaluables. Sus capillas y criptas son el espacio de reposo de varias personalidades. La Catedral guarda los restos del héroe Antonio José de Sucre que, si bien no es ecuatoriano, fue el protagonista de nuestra independencia. El obispo Federico González Suárez, los expresidentes Juan José Flores, primer mandatario (nacido en Venezuela), y el tan controvertido Gabriel García Moreno también están allí.

El reconocido artista Bernardo de Legarda y el propio Francisco Cantuña descansan en San Francisco, mientras que Santa Marianita de Jesús está en La Compañía. En la Basílica se encuentran Camilo Ponce Enríquez y Andrés F. Córdova. Los próceres independentistas Manuela Cañizares y Eugenio Espejo están en la capilla San José de El Tejar. La tumba de este último enfrenta un gran deterioro.

“La responsabilidad de mantener en un estado de conservación óptimo el sitio de reposo de estas figuras históricas, mucho más de alguien como Espejo, no solo recae en el panteón. Las instituciones de patrimonio y cultura, principalmente las municipales, deberían realizar intervenciones”, expresa Rodas Chaves.

Alejándose del Centro Histórico hay más personajes sepultados en la capital. El expresidente Isidro Ayora está en Santa Teresita, el padre Aurelio Espinosa Pólit en La Dolorosa del colegio San Gabriel; y Galo Plaza Lasso descansa en el Cementerio de El Batán, donde también hay una placa de su padre, Leonidas Plaza, aunque sus restos estén en San Diego. El Parque de los Recuerdos es el camposanto donde la intelectualidad y el humor son punto de encuentro al ser el lugar de reposo de Benjamín Carrión y Ernesto Albán (Don Evaristo Corral y Chancleta).

Por su parte, si está por Ambato debe visitar el Museo Casa Juan Montalvo, donde su cuerpo está momificado y debe ir a Atocha para conocer el mausoleo de su antagonista, Juan León Mera. Cuenca es cuna de cultura y también el nicho de parte de ella. En su Cementerio Patrimonial descansan la poeta Mary Corylé, el expresidente Antonio Borrero, el político Benigno Malo, la médica feminista Piedad Moscoso, el religioso Carlos Crespi, el pianista Rafael Carpio, entre otros.

En fin, están citados algunos y faltan muchos otros personajes de nuestra historia, quienes no merecen ser olvidados y cada uno de ellos debería compartir el epitafio del gran Mario Moreno ‘Cantinflas’: “Parece que se ha ido, pero no”.

Un camino de artistas y políticos históricos

El cementerio de Père Lachaise, en Francia, es uno de los más famosos del mundo por las personalidades que reposan allí. Desde Honorato de Balzac hasta la estrella de rock Jim Morrison son parte del peregrinaje de miles de turistas. Se venden hasta mapas de la ubicación de cada tumba, como si se caminara por el Paseo de la Fama de Hollywood.

Para el museólogo y restaurador Ricardo Rivadeneira, el crear un circuito de tumbas sobre personajes célebres en Ecuador resulta tan interesante como importante.

“Se podría hacer algo más amplio. Por ejemplo, en Quito se puede partir desde los entierros precolombinos, impulsar los vestigios del sitio de entierro de La Florida, hablar de cómo se manejaban las sepulturas en la Colonia hasta llegar a la vida republicana”.

Rivadeneira opina que se debe realizar un inventario completo y, con base en los datos, desarrollar un proyecto de conservación para dar paso a una serie de rutas que conviertan a las ciudades en necrópolis del aprendizaje. El historiador Germán Rodas Chaves comparte el criterio del restaurador, pero recalca que estas tumbas deben contar con la información de su legado, pues esto es lo más importante.

• Gabriel García Moreno

El cuerpo de García Moreno reposa en la Catedral, mientras que su corazón está en la Basílica, en Quito.

• Antonio Flores Jijón

El expresidente Antonio Flores Jijón se encontraba en el mítico cementerio parisino Père Lachaise. Hoy reposa en la Basílica.

• Dolores Cacuango

La líder indígena fue sepultada en el Cementerio de Olmedo.

• Tránsito Amaguaña

La notable activista yace en La Chimba, hacienda donde peleó por los derechos indígenas.