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La ciudad impulsa un plan para preservar su fuente

Desde 1950, Guayaquil se abastece del agua del Daule a través de la planta de captación La Toma, ubicada en el kilómetro 26. Casi 66 años después, con la expansión de la ciudad y de los cantones vecinos hacia esa zona, la deforestación de la cuenca, el aumento y diversificación de los contaminantes del río, así como de la población que depende de este para subsistir, está en marcha una iniciativa que busca preservar esa fuente.

La Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag) promueve la constitución de un ‘fondo de agua’, según explicó durante una visita a EXPRESO el gerente de la Emapag, José Luis Santos.

Es un modelo aplicado ya en otros países, que agrupa recursos y actores con el fin de preservar una fuente a través de acciones de conservación.

El fin es crear conciencia en los habitantes que están aguas arriba de la cuenca para que no generen contaminación u otro tipo de afectación al río, con el consecuente efecto en la calidad, pues a su vez esto eleva los costos del tratamiento para el agua potable, explicó Santos.

Las acciones que se deben realizar son: control de erosión y sedimento; uso racional del agua para riego y para usos urbanos; control de polución de las aguas; mantenimiento del área forestal; recuperar las áreas forestales degradadas; un plan de protección y recuperación ambiental; además de programas de apoyo como educación, administración ambiental, comunicación; y enseñanza de buenas prácticas a quienes habitan aguas arriba.

Un ejemplo sería implementar esas prácticas en ‘fincas piloto’ y procurar “un efecto cascada” para que toda la comunidad que la visite vea qué es lo que se está haciendo allí y lo replique en sus sectores.

La Emapag lleva adelante esa iniciativa junto a The Nature Conservancy (TNC), una organización ambiental que procura la conservación de tierras y aguas; y la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua; además del apoyo técnico y financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En Guayaquil se han unido la Cervecería, las envasadoras de Pepsi y Coca Cola, la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y la Secretaría Nacional del Agua (Senagua).

Además, incluye el tema del dragado. “Es imperioso cómo una política pública, además de reforestar la cuenca, dragar los ríos, mantiene una política de dragado”, resaltó Santos.

Señaló que la Emapag ha contratado y se está llevando a cabo un estudio hidrológico e hidrodinámico del Daule y su influencia con el río Babahoyo.

El objetivo es hacer un dragado selectivo en los sitios en donde, por los sedimentos, comienza a poner en peligro la captación para el agua potable.

Andrés Mendoza, presidente de la Emapag, agregó que han propuesto que se adopten regulaciones y cuerpos legales a nivel intrafronterizo para generar el cuidado de la fuente.

El sistema aplicado

¿Qué son los Fondos de Agua?

Los Fondos de Agua son un modelo innovador de conservación a largo plazo que opera a través de inversiones que se concentran en un solo fondo y los recursos generados se asignan a preservar las tierras esenciales cuenca arriba, a través de acciones de conservación.

Así lo explica en su portal en Internet la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, que agrupa a 19 entidades de siete países de la región.

El diseño e implementación del fondo procura basarse en la planificación y en el conocimiento científico.

Según esta alianza, “su éxito se debe a que son incluyentes y transparentes, involucran a distintos sectores de la sociedad, son autosustentable, son efectivos y mejoran la oferta de agua al proteger las cuencas”.

En Ecuador existen cuatro: uno de Quito, otro de la cuenca del río Paute; y un tercero de los páramos de Tungurahua, además del de Guayaquil.

“Son una forma innovadora de pagar por los servicios que aporta la naturaleza y de reinvertir ese dinero en esfuerzos de conservación”, acota.