Crece la expectativa. Los habitantes del sector Cisne 2, donde se colocará el monumento de 15 metros que se armó en la capital, esperan que esta obra, acompañada de la regeneración urbana que se lleva a cabo en la zona, sea una catapulta para impulsar la imagen turística.

La estatua gigante del Cristo del Consuelo no llegará sola. Día y noche trabajan obreros en el cambio de imagen del área que rodea el templete donde irá la estructura.

Los trabajos de regeneración urbana empezaron en julio. Comprenden un kilómetro, desde la bajada del puente de la calle A, transitando por la calle Balsas, luego por la calle Buena Fe, hasta llegar a la explanada donde se levantará el monumento, en el Centro de Atención Municipal Integral (CAMI), donde habrá un parque.

Se tiene previsto rehacer veredas y bordillos, delimitar una franja del carril para ciclovía, desde la calle Buena Fe hasta la 11, regenerar el parterre central de la calle Buena Fe, con diseño paisajístico, áreas verdes y parqueos, colocar 36 postes ornamentales, instalar 52 basureros, sembrar 169 árboles y enlucir y pintar las fachadas de las viviendas del área intervenida. Todo eso estará listo para la próxima Semana Santa, en abril del 2017.

Hasta que aquello ocurra, el próximo mes será la inauguración del monumento de 15 metros que rinde tributo a la fe de los devotos al Cristo del Consuelo. “La obra es hermosa, pero es necesario que exista más seguridad. Acá hay robos a la luz del día”.

La denuncia la hace Yaritza España, quien administra un restaurante. No es la única, otros moradores guardan la esperanza de que al fin se impulse el turismo en la zona. Para eso, dice Martha Herrera, será necesario educar al sector.

Piden también solución al alcantarillado. Están conscientes de que tanto el Gobierno como el Municipio han intervenido la zona en los últimos años, pero ese es un problema que afecta a muchos en invierno, afirma Martha Chere, incluso en las casas que están frente al templete del nuevo emblema de la ciudad.