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La renuncia de Celi no implica que la Contraloría se queda en acefalía

Dice que se va para salvaguardar la integridad de los procesos. Carlos Riofrío está al frente del ente de control. Fue nombrado el pasado 25 de junio

PABLO CELI
Funcionario. El contralor Pablo Celi dispuso acciones de control por las compras de la emergencia sanitaria.Archivo

Pablo Celi dejó la Contraloría. El contralor subrogante presentó ayer su renuncia irrevocable al cargo que ocupó tras la salida del excontralor Carlos Pólit, sentenciado por corrupción en el caso Odebrecht.

Celi es uno de 13 investigados por el posible delito de delincuencia organizada en el denominado caso Las Torres, en el que la Fiscalía investiga la existencia de una presunta estructura delincuencial que cobraba coimas a cambio del desvanecimiento de glosas de contratistas de Petroecuador.

El documento fue entregado ayer lunes 5 de julio a las 16:00 en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Para entregarlo estuvo su defensor, Marcelo Ron. “El argumento mayor es que se quiere mantener la institucionalidad de la Contraloría, evitar que se convierta en un botín político, que se respeten las leyes vigentes, la subrogación determinada en la ley”, señala el abogado Ron.

La renuncia de Celi no implica que el organismo se queda en acefalía, pues el pasado 25 de junio se produjo la designación de Carlos Riofrío como subcontralor. Nombramiento que ha sido criticado desde distintos sectores. A ellos Riofrío les pide tregua y defiende la legalidad de dicha designación, efectuada por Celi desde la Cárcel N.º 4, de Quito.

En ese lugar cumple la orden de prisión dictada en su contra desde el 14 de abril. Riofrío explica que fue nombrado por Celi el mismo día en que aceptó la renuncia de Valentina Zárate, la exsubcontralora. Asegura que no existía impedimento para que Celi despache desde la cárcel porque no tiene sentencia y tampoco se ha comprobado su responsabilidad en el delito perseguido por la Fiscalía.

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El jurista Julio César Cueva manifestó a EXPRESO que, pese a que ética y moralmente no es aceptable que alguien que esté guardando prisión pueda seguir dirigiendo una institución, “desde el punto de vista legal no existe una norma que le haya impedido actuar a Celi como contralor (antes de que renunciara), además de que él en este momento está revestido de la presunción de inocencia”.

Menciona el experto que fueron legítimas las actuaciones de Celi hasta antes de su renuncia, como la designación del subcontralor Riofrío. “No hay que olvidar que él está en la cárcel con una prisión preventiva y no por una condena. Son dos situaciones que tienen connotaciones legales distintas”, aclara. Subraya que esa legitimidad no está dada por el lugar desde donde se practica el acto, “sino porque Celi legalmente seguía siendo el contralor”.

El encargo a Riofrío vencía, inicialmente, el 23 de agosto, cuando finalizarían las vacaciones de las que gozaba Celi.

Riofrío defiende su designación también por el lado de que “tener autoridad ha dado tranquilidad” a los funcionarios, y el trabajo en esa entidad no se ha paralizado. Afirmó que no tenía intención de mantenerse en el cargo más allá del 23 de agosto, pero la renuncia del contralor Celi alargará su presencia.

Para el jurista Hernán Pérez Loose, “no tiene presentación esa designación (la de Riofrío)”. Insiste en que lo que cabe es que el Consejo de Participación Ciudadana resuelva el tema.

“Lo que tienen que hacer es dejar de hacer tantos exhortos y convocar al concurso, y lo más pronto”, señala. Recuerda que en marzo de 2022 se cumple el periodo de Carlos Pólit, cuya salida ubicó en el cargo a Celi.

Opina que para ese mes ya debería estar preparado el nombramiento del nuevo contralor. El sábado el Consejo de Participación Ciudadana dio a conocer el borrador del reglamento que regirá el concurso para contralor. En ocho días espera recibir aportes de los ciudadanos a los lineamientos generales establecidos por ese organismo.

En el reglamento se incorporan la evaluación práctica de un caso de auditoría y la exigencia de una certificación de un test psicológico. La crisis de la Contraloría requiere una solución política, según la Procuraduría.

Cueva coincide con Pérez en que para salir de este embrollo jurídico, Participación debe armar el concurso para reemplazarlo. En la Asamblea hay dos pedidos de juicio político para Celi.

Desde el Consejo de Participación, el consejero Hernán Ulloa afirmó que hace rato empezaron con la elaboración del reglamento y los instructivos para que el proceso se desarrolle con transparencia. Pero aclara que mientras “tengamos el candado”, al no existir normativa para encargar la Contraloría, “no podemos actuar contrario al pronunciamiento del procurador”.

Insiste en que la vía es la interpretación en la Asamblea y determinar si el Consejo puede encargar. Ulloa ha propuesto que se conforme una mesa de crisis con las máximas autoridades para revisar nombres y en consenso encargarse de ese espacio hasta que se ejecute el concurso definitivo.

El detalle

Responsabilidad. Carlos Riofrío afirma que es un gran reto tratar de que la entidad de control retome el prestigio que había tenido en los últimos años.