Audiencia. Fernando Balda (izq.) acusó a Rafael Correa como autor intelectual del intento de secuestro que sufrió en Colombia, en 2012. Dos agentes de Inteligencia admitieron el delito.

Caso Balda: Correa, a juicio como autor del secuestro

El delito se sanciona con entre 6 y 9 años de prisión. La jueza mantuvo la orden de prisión contra el exmandatario y ordenó la retención de sus cuentas.

Mantuvo el suspenso hasta el final. La noche del 7 de noviembre, la jueza Daniella Camacho llamó a juicio al expresidente Rafael Correa como autor del delito de plagio y secuestro en el caso denunciado por el activista político Fernando Balda en 2012, en Colombia. Ella, además, lo declaró prófugo de la justicia.

Camacho fundamentó su decisión en un largo documento cuya lectura tomó casi tres horas y media. Junto con Correa serán enjuiciados Pablo Romero, exsecretario de Inteligencia, y los agentes Raúl Chicaiza y Diana Falcón. Sin embargo, el proceso se suspendió para los dos primeros, que están fuera del país.

Desde el inicio, la jornada pintaba mal para los correístas. Caupolicán Ochoa, abogado del expresidente, empezó la tarde pesimista. “Mal presagio: en el ingreso a la audiencia permitieron la entrada de 35 adherentes a Balda. Ni uno solo de parte de los procesados”, contó en sus redes sociales. Él estaba en el piso ocho del edificio de la Corte Nacional de Justicia. Abajo, los simpatizantes de Correa, con Ricardo Patiño a la cabeza, mantenían su propia pelea intentando impedir la circulación vehicular con su protesta.

En Bélgica, Correa tampoco estaba tranquilo. Estaba pendiente de la diligencia en su cuenta de Twitter e incluso dio una entrevista al canal chavista Telesur. Allí aseguró que si estuviera en Ecuador, estaría preso. Él no contaba con una decisión a su favor.

En su resolución, Camacho mencionó más de cien elementos vinculantes entre los cuatro procesados por asociación ilícita y el plagio de Balda. La lectura inició a las 15:10 con la relación de los hechos, las investigaciones de la Fiscalía y las resoluciones preliminares.

Luego la jueza hizo la triangulación de responsabilidades entre Correa, Romero, Chicaiza y Falcón. Mencionó, por ejemplo, los cheques destinados a las operaciones para traer a Balda de Colombia (que según la acusación salieron desde la Presidencia), la inexistencia de pedidos de extradición, deportación o difusión azul de Balda, las cartas enviadas por los exagentes a Correa en las que pedían ayuda por el proceso de secuestro en Colombia...

Camacho mencionó 20 elementos vinculantes de Correa con el ilícito y 25 elementos para Romero. Recordó que en el expediente constan las versiones de exfuncionarios como Rommy Vallejo y Homero Arellano, quienes en su momento estuvieron a cargo de la Secretaría de Inteligencia, en las cuales señalaban que, según la cadena de mando, el presidente era la autoridad superior jerárquica directa de Romero. Este último fue un elemento decisivo para la jueza.

Además de llamarlos a juicio, Camacho mantuvo las medidas cautelares para los procesados. Es decir, la orden de prisión para Correa y Romero. Pidió a la policía capturarlos y traerlos desde Bélgica y España, respectivamente. Añadió una orden para retener sus cuentas.

En la sala estaban los procesados Raúl Chicaiza y Diana Falcón, quienes admitieron el delito y se acogieron a la cooperación eficaz para intentar reducir sus posibles sentencias. Habían pedido acogerse a la prisión domiciliaria, pero la jueza no aceptó.

Al final, Ochoa afirmó que para ellos “no es una sorpresa” el llamado a juicio y cuestionó que Camacho no haya tomado en cuenta los elementos de descargo expuestos en siete horas, en las que él desvirtuó los argumentos de la Fiscalía y de la acusación particular.

En sus primeras reacciones, Balda dijo que no cree que el dictamen sea un triunfo. Considera que solo confirma que se utilizaron fondos públicos para su secuestro. Subrayó que “no podemos - celebrar el hecho de que hoy el Ecuador entero comprobó de manera judicial que estos hechos criminales fueron ordenados por un presidente de la República”.

Stalin Oviedo, abogado defensor de Romero, expresó que la jueza no fundamentó la decisión, a la que calificó como pobre y no motivada.

Desmanes de los correístas

Algunos simpatizantes del expresidente Rafael Correa decidieron mostrar su apoyo en las afueras de la Corte Nacional de Justicia. La concentración tuvo su momento más conflictivo cuando ingresaron los abogados del político Fernando Balda. Felipe Rodríguez fue atacado físicamente por los manifestantes. Lanzaron huevos e insultaron al jurista que sigue el proceso.

El grupo de seguidores del líder de la autodenominada revolución ciudadana también atacó con insultos al presidente Lenín Moreno, a sus ministros y a los medios de comunicación.

Entre los apoyos, en cambio, los ciudadanos cantaron a favor del exvicepresidente sentenciado Jorge Glas.