Pareja Yannuzzelli
Traslado. Cerca de las 19:00 del miércoles Carlos Pareja Yannuzzelli ingresó a la cárcel 4 de Quito.Angelo Chamba

Carlos Pareja: aislado y solo en Navidad

La violencia en las cárceles alejó la posibilidad de un día especial. El exgerente de Petroecuador volvió a la cárcel 4. En Ambato nadie lo visitaba

“Este 24 y 31 de diciembre me acostaré a las seis de la tarde o sea más temprano, hora en que tomaré mis medicinas para dormirme lo antes posible para no pensar en nada”.

Esa era la planificación que tenía Carlos Pareja Yannuzzelli sentenciado por posible corrupción en Petroecuador hasta el miércoles que estaba recluido en la cárcel de Ambato, en Tungurahua. Pensaba que antes de dormir jugaría un rato con Tomata, una perrita que lo acompaña desde la cárcel de Cotopaxi y alivia su soledad.

Decía que “seguramente como hace tanto frío se subirá a mi cama a dormir temprano también. Creo que sin Tomata no hubiera podido resistir todo este tiempo. Me ha enseñado a amar a todos los animales y a la naturaleza”, expresaba.

Pero a la cárcel 4 llegó con incertidumbre de si a su Tomata que ya tenía autorización para acompañarlo le permitirían el ingreso. Además, estará aislado durante 15 días en el centro carcelario. Aunque para Pareja en la cárcel todos los días son iguales. El lunes es igual que el sábado, el 24 de diciembre que el 24 de febrero, el 31 de diciembre que el 31 de julio. Él no ve ninguna diferencia. Así como la hora: “da lo mismo las 10 de la mañana que las 3 de la tarde. La cárcel es peor que la muerte y más aún cuando se es inocente”, expresó.

Pareja sufre de insomnio crónico y toma pastillas todos los días a las siete de la noche para dormirse lo antes posible. Un alivio a esa soledad y encierro venía de Tomata. La historia con ella no tiene palabras. “Y es tanto lo que ella ha hecho por mí, que me obligó a escribir un libro”. “No, no voy a tener ninguna comida especial en estos días. Como todos los días, sin excepción, arroz con atún y esos días no serán diferentes”, decía. En la cárcel de Ambato a Tomata sí le hacía unas galletas con queso crema que a ella le gustaban.

Carlos Pareja Yannuzzelli

Carlos Pareja Yannuzzelli regresa a la cárcel 4 del norte de Quito

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Creo que un ángel enviado por Dios me la puso a Tomata en el camino para aliviar mi pesar.

Carlos pareja yannuzzelli, exgerente de Petroecuador

En Ambato, Amanda (nombre protegido) esperaba compartir con el padre de su hija en estas fiestas. Quería que su pareja y otros reos “tengan la posibilidad de tener un árbol en la sala de visitas, serpentinas”, algo. Anhelaba que adecuen un espacio para el ingreso de algún plato que sea del agrado del reo que “una vez al año pueda recibir el pollo que hace su mamá”.

Pero eso se quedó en deseo admite. ¿La razón? Con la implementación del nuevo modelo carcelario en el régimen de Correa, el padre de su hija de 12 años, sentenciado a 25 años por asesinato, nunca volvió a comer algo a su gusto en la Nochebuena. Antes de ese año, las familias de los reclusos podían llevarles su comida favorita: pollo asado, hornado o algo especial. A partir de ahí se aplicaron restricciones a las visitas, recuerda. 

Su pareja está detenida desde 2012. Rememora que cuando estuvo en el expenal García Moreno de Quito se organizaban programas. En el primer año él salió a tocar la guitarra y a cantar. Pero esa fue su primera y única vez.

Dice que luego daban unos tickets para que el reo reciba la comida que quería. Cada PPL podía comprar hasta cinco platos. Pasaron nueve años. La mayoría en la cárcel de Cotopaxi.

Y cuando Amanda, residente en Quito, pensaba que tendría que viajar solo 45 minutos más y verlo los fines de semana en Ambato ocurren los actos violentos en la cárcel de Cotopaxi y es llevado a la Regional de Guayas junto con otros reos. Ahí, considerado territorio de Los Choneros, ha pasado los últimos meses. Duerme en el suelo porque no hay cama, no tiene agua y sufre infecciones de la piel, revela.

Pero no solo eso. El estruendo de los disparos, detonaciones y violencia que aqueja a la Penitenciaría retumban en sus oídos. El calor y el temor lo acompañan. Sus estudios en la UTPL están en suspenso. Visitarlo se hizo difícil, necesita al menos 80 dólares.

Esperaba que antes del fin de año el padre de su hija que insiste en su inocencia, a pesar de la condena, sea llevado a Ambato. Hasta el cierre de este reportaje eso no había ocurrido.

En el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) señalaron que no han previsto ninguna actividad por estas fechas. Tampoco permitió un diálogo con reos para hablar del tema. Pero en sus redes sociales informaron de ferias con artículos elaborados por internos, agasajos a familiares y lanzamiento de un CD en la cárcel El Turi, en Azuay.

Itania Villarreal fue directora del expenal. Ella cree que lo que se tiene que hacer es llevar un estímulo a los reos frente a la gran violencia que se ha desatado. A los que están armados no, pero a los otros sí.

Antes había el compromiso de un buen comportamiento. A la menor sospecha había restricción.

Itania Villarreal, exdirectora del exPenal

En su gestión existía un Comité de Internos que fue disuelto por considerarse una amenaza. En esas épocas y en coordinación con la Policía se hacían programas. Había actos con disfraces. Las banda municipal y la de la Policía tocaban en las terrazas y los presos se servían hornado o pollo. Artistas cantaban para ellos como parte de su labor social.

Villarreal dice que “antes se guardaba la armonía. El núcleo familiar se rompió”. Menciona que eso es penoso porque ellos quieren por lo menos en esas fechas sentir a su familia cerca. Amanda coincide: “detrás del privado de la libertad estamos las familias, las madres, los hijos que algún día esperamos verlo fuera”.

Villarreal reconoce que en las cárceles “hay resistencia a cualquier actividad en estas fechas que se les podría dar un momento en familia” y eso es comprensible porque los reos no dan las garantías de que no puedan ser retenidas las visitas. Ellos “también tendrían que reflexionar”, concluye.

El detalle

Incertidumbre. Aunque Pareja tiene autorización para tener a su Tomata en la cárcel 4, su defensa indicó que en el centro se presentó un problema.