Carceles prisioneras

En un entorno ya conmovido por lamentables sucesos y pese al estado de excepción decretado por el presidente Moreno, queda claro que las medidas tomadas para controlar la situación que sufre la Penitenciaría del Litoral no bastan y es imprescindible enfrentarla, buscando resultados exitosos, desde el diseño de una política que, superando lo coyuntural, abarque el conjunto de factores que han desembocado en los actuales incidentes.

En efecto, son muchos los expertos en seguridad que, al ser interrogados sobre los malhadados acontecimientos que aquí se comentan, han expresado que se requiere el diseño de una política carcelaria que hasta ahora parece no ha sido diseñada. Así, como hechos aislados, ni el incremento de personal, ni el cambio de autoridades, tal cual acaba de suceder, ni las acciones contra el hacinamiento o cualquier otra ocurrencia de las autoridades a cargo, tendrá un resultado positivo. Los problemas de alta complejidad, como los que se dan en los centros penitenciarios, deben ser enfrentados con acciones de igual calidad. Corresponde entonces, que con las malas experiencias recién sufridas, el alto gobierno asuma la gravedad de las circunstancias y redefina con asesoría externa, una real política que libere a las cárceles del control de las mafias, que ahora es innegable.