La captura de Germán Cáceres fue orientada por la Fiscalía colombiana
La entidad informó que una de sus delegadas hizo un plan para agarrar al fugitivo. Autoridades ecuatorianas no dan detalles de cuál fue su colaboración
Las autoridades ecuatorianas todavía no han confirmado el traslado del exteniente Germán Cáceres, desde Colombia a Ecuador.
El sujeto es el principal sospechoso del femicidio de la abogada María Belén Bernal, su exesposa. El crimen ocurrió el 11 de septiembre, en la Escuela de Policía, ubicada en el norte de Quito.
La noche de su captura (30 de diciembre), el ministro del Interior, Juan Zapata, señaló que tenían pistas del rastro del fugitivo en varias localidades de Colombia, como Pereira y Medellín, y en Panamá.
Un día después, la Fiscalía de Colombia indicó que tuvo un trabajo conjunto con Fiscalía de Ecuador para dar con el paradero de Cáceres. Una fiscal del vecino país orientó la labor investigativa, sostuvo reuniones con sus pares ecuatorianos y diseñó un plan metodológico.
Diario EXPRESO se contactó con el Ministerio del Interior para conocer más detalles de la colaboración entre instituciones, o cuál fue el papel de la Policía Nacional durante el operativo, pero no hubo respuesta.
Lo último que se supo del paradero de Cáceres fue cuando Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, accedió al proceso judicial y encontrara información de que una embarcación transportó a un ciudadano con similares características que Cáceres y una moto parecida a la que él conducía hacia Panamá. Habría sido el 9 de octubre.
Sin embargo, en el documento emitido por la Fiscalía de Colombia se explica que “el oficial ingresó por tierra hace dos meses y llegó en motocicleta a Medellín”. Luego de esto se empleó como bartender en un negocio donde fue descubierto por un turista, luego de que el exoficial se despidiera con un: “Gracias, ñaño”.
IMAGEN REVELADORA
“Un hostal realmente genial, ambiente fantástico, personal amable y servicial”, así describía un turista que visitó, hace un mes, el lugar en el que trabajaba Cáceres, en la zona costera de Palomino, en el norte de Colombia.
Junto a la leyenda adjuntó una fotografía en la que supuestamente se ve al exoficial sin camiseta, con un celular en su mano izquierda y haciendo lo posible para mantener virado su rostro.
Esta imagen todavía no ha sido confirmada si fue parte del proceso investigativo.
