El camino de la deuda es mas caro y complejo

Los números no ayudan. El Gobierno de Rafael Correa enfrenta una serie de datos que, según analistas, dificultarán la obtención del financiamiento que se necesita para el resto de 2016.

Los números no ayudan. El Gobierno de Rafael Correa enfrenta una serie de datos que, según analistas, dificultarán la obtención del financiamiento que se necesita para el resto de 2016.

El último dato es el Producto Interno Bruto (PIB). Según el Banco Central, la economía decreció un 3 % en el primer trimestre de este año, comparado con el mismo trimestre de 2015. Un dato que afecta a la imagen del país, a decir de Luis Espinosa Goded, analista de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y profesor de la San Francisco de Quito.

Esto no quiere decir, complementó el experto, que no habrá dinero. Lo que significa es que los prestamistas pondrán condiciones más rígidas antes de dar un crédito.

Un ejemplo: a finales de 2015, el Gobierno expresó su interés de emitir bonos de deuda externa por 1.000 millones de dólares. Según dijo en noviembre el ministro Coordinador de Política Económica, Patricio Rivera, el país esperaba las condiciones óptimas para esa emisión. Ese escenario es ahora más lejano, asegura Espinosa Goded.

No solo es el PIB más bajo de los últimos años, también hay un riesgo país que no baja de los 800 puntos. Hasta el 17 de julio, con datos del Central, el indicador -que mide las posibilidades de un país de cumplir, o no, con el pago de su deuda externa- llegó a los 866 puntos.

Un tercer elemento en contra es el margen de reservas internacionales. Hasta mayo la cifra era baja (2.158 millones de dólares). Luego de un crédito de China por 1.500 millones, el monto llegó a 3.363 millones de dólares.

Para el director de Análisis de la consultora de macroeconomía y finanzas Multienlace, David Castellanos, esos datos deben mantenerse o bajar para tener el escenario ideal. Caso contrario los intereses que se paguen por nueva deuda estarán por encima del 8 %. Un porcentaje alto si se compara con los compromisos con China -que también son cuestionados por sus sustanciales intereses- que llegan al 7 %.

Pero lo más preocupante, dijo Espinosa a EXPRESO, es el futuro. Más allá de obtener un crédito en este año, lo que se cuestiona es cómo pagar. Para él, el Gobierno no debe pensar en más deuda que complicará al próximo presidente y al país.

El Banco Central, sin embargo, es optimista. En su último boletín afirmó que la economía “entraría en fase de recuperación en el segundo semestre del año”.

Los números no ayudan. El Gobierno de Rafael Correa enfrenta una serie de datos que, según analistas, dificultarán la obtención del financiamiento que se necesita para el resto de 2016.

El último dato es el Producto Interno Bruto (PIB). Según el Banco Central, la economía decreció un 3 % en el primer trimestre de este año, comparado con el mismo trimestre de 2015. Un dato que afecta a la imagen del país, a decir de Luis Espinosa Goded, analista de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y profesor de la San Francisco de Quito.

Esto no quiere decir, complementó el experto, que no habrá dinero. Lo que significa es que los prestamistas pondrán condiciones más rígidas antes de dar un crédito.

Un ejemplo: a finales de 2015, el Gobierno expresó su interés de emitir bonos de deuda externa por 1.000 millones de dólares. Según dijo en noviembre el ministro Coordinador de Política Económica, Patricio Rivera, el país esperaba las condiciones óptimas para esa emisión. Ese escenario es ahora más lejano, asegura Espinosa Goded.

No solo es el PIB más bajo de los últimos años, también hay un riesgo país que no baja de los 800 puntos. Hasta el 17 de julio, con datos del Central, el indicador -que mide las posibilidades de un país de cumplir, o no, con el pago de su deuda externa- llegó a los 866 puntos.

Un tercer elemento en contra es el margen de reservas internacionales. Hasta mayo la cifra era baja (2.158 millones de dólares). Luego de un crédito de China por 1.500 millones, el monto llegó a 3.363 millones de dólares.

Para el director de Análisis de la consultora de macroeconomía y finanzas Multienlace, David Castellanos, esos datos deben mantenerse o bajar para tener el escenario ideal. Caso contrario los intereses que se paguen por nueva deuda estarán por encima del 8 %. Un porcentaje alto si se compara con los compromisos con China -que también son cuestionados por sus sustanciales intereses- que llegan al 7 %.

Pero lo más preocupante, dijo Espinosa a EXPRESO, es el futuro. Más allá de obtener un crédito en este año, lo que se cuestiona es cómo pagar. Para él, el Gobierno no debe pensar en más deuda que complicará al próximo presidente y al país.

El Banco Central, sin embargo, es optimista. En su último boletín afirmó que la economía “entraría en fase de recuperación en el segundo semestre del año”.