Examen. El vehículo eléctrico de procedencia china recorrió parte del centro y norte de Guayaquil.

El bus electrico trae el termino ‘electrolinera’

Los transportistas prueban una unidad. A mediados de 2018 incorporarán 20. Ellos se encargarán de recargar las baterías.

A mediados del 2018 se proyecta la circulación de los primeros buses urbanos eléctricos. La Compañía de Transporte Saucinc (línea 89) planifica la renovación de su flota, compuesta por 25 unidades que operan a diésel.

“Tras cinco años de estudios decidimos por la opción verde. Planificamos primero adquirir veinte buses”, dice el titular del gremio, José Cristóbal Silva.

El interés de Saucinc permitió ayer que la automotriz china BYD presentara y pusiera a prueba un vehículo eléctrico dentro del perímetro urbano.

Como publicara EXPRESO el pasado 6 de noviembre, se trata del modelo K9G. Sus 12 metros de longitud permiten una capacidad para 33 pasajeros sentados y 47 de pie.

Este Diario también recogió en ediciones pasadas los problemas de la contaminación por diésel, aunque Petroecuador afirma que cumple con la norma INEN. Cerca de 2.400 unidades distribuidas en 72 cooperativas usan el combustible.

En esa ocasión, el biólogo Luis Arriaga sugirió establecer una red de estaciones de monitoreo de la calidad del aire para controlar las emisiones desde los automotores. Exhortó a las autoridades para que el transporte urbano sea eléctrico.

Así, el K9G se presenta como la alternativa para una menor contaminación en la urbe.

El bus salió ayer desde el campus Prosperina de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), donde BYD instala una planta de producción de estos carros; y recorrió parte del centro y norte de la urbe, por aproximadamente hora y media.

Los transportistas conocieron las características de la unidad, como aire acondicionado, seis cámaras y un panel inteligente. Al automotor se le instalará un ascensor para los pasajeros con discapacidad.

También empiezan a habituarse al término ‘electrolinera’, el sistema de recarga de la batería del vehículo. Por ahora, hay una de ellas en la Espol y eventualmente habrá también otra en un sector del norte que definirá Saucinc.

Se trata de una estación de servicio donde, en lugar de gasolina, se dispensa energía eléctrica. El voltaje es de 380 o 440, dependiendo de la capacidad de la red.

Dos ‘pistolas’ del dispensador son conectadas a la batería, ubicada en la parte posterior del automotor, cuya carga toma un tiempo máximo de cuatro horas y le permite al vehículo una autonomía nominal de 300 kilómetros, ideal para los buses urbanos, cuyo recorrido promedio diario es de 250 kilómetros.

Desde el 22 de noviembre y por tres meses, el bus se unirá al recorrido de la línea 89 (ruta Sauces-Alborada-Centro).

Miguel Sáenz de Viteri, gerente de Proyectos de BYD, destacó que para el 2018 unos 50 buses eléctricos de la firma circularán en el país.

Por ello trabajan en conjunto con las distribuidoras eléctricas para identificar puntos donde no se requiera hacer una inversión mayor. “Es decir, sectores que cuenten con la suficiente energía eléctrica para montar la estructura de carga que en horas pico no perjudique a la población”, explicó.

Transportistas de Quevedo, Loja, Cuenca, Santo Domingo de los Tsáchilas y Quito están interesados en los buses.

En diciembre se probará en Quito el primer articulado eléctrico. En marzo del 2018 se lo hará en Guayaquil, en la metrovía.