Bocina. El investigador Adolfo Idrovo hace el utensilio del cuerno de la res.

La bocina o trompeta, instrumento andino, que va quedando en el olvido

En la actualidad se usa para convocar a mingas o eventos kichwas.

La bocina es una trompeta indígena utilizada para alertar sobre la llegada o salida de los ‘chasquis’ en la época del Incario (sistema de correo incipiente). Su origen es incierto, revela el musicólogo Adolfo Idrovo.

Pero asegura que, dentro de sus investigaciones, se hallaron vestigios de este instrumento en lo que hoy es Santa Elena, en la costa ecuatoriana, donde pobló la cultura Las Vegas en una época muy anterior a los Incas.

Fue un instrumento similar a la conocida hoy en día como ‘Quipa’, parecido a un caracol gigante que con el soplo emitía sonidos agudos y gruesos. El instrumento data de la época ‘precerámica’, de los años 10.000-4.000, reseña de su lado el historiador y arqueólogo cuencano, Jaime Idrovo.

“Posterior a la época Incaica, los indígenas en el Ecuador comenzaron a usar la bocina para llamar a la gente, para reunirlos o comunicarlos, pero también se usaba para influir ánimo en las personas que estaban trabajando o en mingas”, indicó Adolfo Idrovo, quien, a más de musicólogo e investigador, es ‘lutier’, elaborador de instrumentos musicales ancestrales. Los indígenas al escuchar el sonido de las bocinas ponían más fuerza y empeño en la siembra, en la cosecha o en el trabajo que hacían, añadió tras indicar que fueron apareciendo una variedad de bocinas de acuerdo al territorio donde se asentaron. En Azuay y Cañar fue la ‘tunda bocina’ la que “usaron nuestros antepasados”, reveló el lutier, mientras en una mesa llena de cuernos de reses, afanosamente elaboraba uno de sus instrumentos.

El hacedor de instrumentos musicales ancestrales, con la elaboración de la tunda bocina, ha calificado a la obtención del certificado a la “Excelencia” que anualmente otorga la Unesco, a través del Centro de Investigaciones de Artesanías y Artes Populares, al artesano de alta calidad.