Actividad. Varios jóvenes se alistan para cruzar suspendidos de un cable.

Banos concentra el turismo en la Sierra centro

Dos horas para llegar a una ruta que normalmente se cubre en 40 minutos como máximo. Eso es lo que demora, en estos días de feriado, el viaje desde Ambato hasta el cantón Baños, que concentra el turismo en la zona centro del país.

Dos horas para llegar a una ruta que normalmente se cubre en 40 minutos como máximo. Eso es lo que demora, en estos días de feriado, el viaje desde Ambato hasta el cantón Baños, que concentra el turismo en la zona centro del país.

“Este largo viaje será recompensado”, expresó Julia Arosemena, que desde ayer disfruta de la belleza y calidez de Baños de Agua Santa. En Tungurahua es la “niña mimada” a lo referente al turismo.

En este largo feriado, que empezó el miércoles 2 y que culminará mañana, se espera recibir al menos 60 mil personas, manifestó el alcalde Marlon Guevara.

Desde el miércoles se empezó a observar la afluencia de turistas a la ciudad que atrae por su clima agradable, deportes extremos, religiosidad y otros atractivos turísticos.

Julia llegó desde Guayaquil y lo primero que hizo fue acudir a la basílica y después se atrevió a realizar el canoping (un paseo en el que se va suspendido por cables) para cruzar el encañonado del río Pastaza.

“Hay lugares espectaculares para practicar deportes extremos. Pienso recorrer la ruta de las cascadas y darme baños de cajón y masajes”, mencionó la joven de 28 años.

Quienes quisieron evitar la aglomeración encontraron otras opciones en Pelileo, donde se promociona su feria del yin y el “hornado más rico del país”. En tanto que en Mocha, ubicada en la vía a Riobamba ofertan la gastronomía como son las papas con cuero, cuyes asados, habas, melloco y chocho con queso, caldos de gallina y otras delicias.

Los viajes hacia la parte amazónica no se cumplieron por temor a la lluvia y deslaves que golpearon el jueves pasado al Puyo.

Quienes no salieron de Ambato recorren los parques y las quintas de Mera, Montalvo y Juan Benigno Vela. YIE