La Corporación Participación Ciudadana hace este seguimiento y el análisis desde el 16 de enero pasado, especialmente a través de la red social Twitter, en la que se registra el mayor número de interacciones entre los usuarios y los actores políticos.

El ataque se dirige al genero

Los insultos en contra de las candidatas toman fuerza con el avance de la campaña. Plantean cambiar eso en el futuro.

La participación más amplia llegó acompañada de agresiones. En casi dos meses, 23 mujeres que tienen presencia pública o están de candidatas para las elecciones seccionales y del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) del 24 de marzo próximo, fueron víctimas de cerca de 400 ataques, especialmente a través de las redes sociales.

Las agresiones se exasperan a medida que avanza la campaña electoral en la que, según cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), participan 81.278 candidatos, de los cuales el 49 % (39.957) pertenece al sexo femenino.

La Corporación Participación Ciudadana hace este seguimiento y el análisis desde el 16 de enero pasado, especialmente a través de la red social Twitter, en la que se registra el mayor número de interacciones entre los usuarios y los actores políticos.

Encontró que las mujeres que se desempeñan en cargos públicos, seguidas por las aspirantes a la Alcaldía de Guayaquil, Quito y Cuenca y las candidatas al CPCCS han sido las que más virulencia han recibido en este lapso.

“Basura negra”; “vieja”; “oportunista”; “reinita; “longa”; “ridícula”; “vendida”; “borrega” son, entre otros, los adjetivos que más se usan en la red para atacar a las aspirantes mujeres. Participación Ciudadana contabiliza 453 palabras ofensivas hasta el pasado 3 de marzo.

La mayoría de ataques tiende a desvalorizar el rol de la mujer en la función pública. También están los que buscan descalificar haciendo referencia a la apariencia física de las personas y los que las quieren cosificar con sus comentarios.

La abogada y activista por los derechos de las mujeres, Anunziatta Valdez, no se muestra sorprendida, pero sí le alarman las cifras, pese a que la muestra abarca apenas una parte (23 casos) del espectro en el que se desarrolla la vida del país, no solo en la época electoral.

“La violencia es un ‘método’ usado siempre para minimizar la participación de la mujer. Pasa en el hogar, también en el trabajo y ahora en la política, cuando vemos que hay cada vez más candidatas o funcionarias públicas en cargos de decisión”, dijo Valdez a EXPRESO.

Las cifras así lo demuestran. Según el reporte de candidatos para las elecciones seccionales del CNE, algo más del 49 % de aspirantes calificados es de sexo femenino. Esto se acerca al cumplimiento de la ley de cuotas con la que se busca la paridad de género en la participación política electoral.

Sin embargo, no para todas las dignidades se mantiene ese equilibrio. En el caso de las listas pluripersonales (concejalías, vocalías de las Juntas Parroquiales), donde es obligatoria la alternancia, las organizaciones políticas buscan cumplir el requisito.

Pero para los cargos unipersonales, como las alcaldías y las prefecturas, todavía hay diferencias importantes. En 2014, las candidatas mujeres a prefectas fueron 16 frente a 100 hombres. Para las alcaldías hubo 147 aspirantes mujeres y 1.054 hombres.

Esa tendencia se mantiene en las elecciones próximas para las alcaldías del país, en donde hay una relación de cinco a uno entre los candidatos de sexo masculino, sobre las de sexo femenino. Entre los aspirantes a las prefecturas hay una mayor paridad.

Para la directora de Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, ese es otro síntoma de la estigmatización que existe hacia las mujeres que quieren ingresar a la vida política, pero que ven truncadas sus aspiraciones en sus propias organizaciones políticas, muchas veces por circunstancias que no tienen que ver con su trayectoria o capacidad.

“Nos preocupa ver que los insultos hacia las mujeres que optan por la vida pública se van naturalizando en la sociedad. Hay algunas agresiones que alcanzan decenas de retuits, incluso de otras mujeres. Que el video de un exmandatario insultando a un grupo de candidatas tenga más de 500 retuits nos hace pensar que hay que hacer algo”, señaló Hidalgo en diálogo con este Diario.

Los reportes de Participación Ciudadana son enviados al CNE, aunque no existe una ley que regule la campaña violenta. Por ahora, lo único que les queda a las autoridades electorales es hacer exhortos.

Luego de la observación viene una normativa

El objetivo está claro. Una vez que concluya la campaña electoral se recopilarán todas las agresiones que se registre en este periodo y varias organizaciones de la sociedad civil empezarán el debate para proponer reglas que pongan fin a la violencia electoral.

El objetivo es alcanzar legislaciones como las que tienen otros países como México, en donde la campaña política agresiva se encuentra sancionada en las leyes electorales, no solo a favor de las mujeres, sino de los candidatos en general.

Estas propuestas serán planteadas a las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) con la finalidad de que puedan ser incluidas en las reformas al Código de la Democracia que han sido presentadas a la Asamblea y se encuentran en análisis.

Para que entren en vigencia para las presidenciales de 2021 deberían ser aprobadas, al menos, un año antes por los legisladores.