Amenaza de futuro peligro

Esta es la amenaza futura por inundación en las tierras de Guayaquil y Guayas. Así lo señala un informe-análisis entregado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) al Municipio de la ciudad. Esta investigación da cuenta de la situación real y perspectivas que por el cambio climático experimentaría esta zona en los próximos 32 años.

El análisis efectuado por técnicos que estudian las variaciones climáticas, expresa que el costo que tendrían tales efectos sería de aproximadamente 3 mil millones de dólares y que sería consecuencia de las inundaciones que se producirían en la ciudad.

También señala que Guayaquil está entre las cuatro ciudades costeras de mayor afectación como resultado del cambio climático. Ello tendría mucho que ver con la grave deforestación de la provincia y de la ciudad, así como con el incorrecto uso del suelo, especialmente por la forma de ocupación y la construcción de viviendas en terrenos inadecuados. El estudio Diagnóstico y proyección de vulnerabilidades frente a la variabilidad y cambio climático en la ciudad de Guayaquil se efectuó en las 21 parroquias urbanas y en el sector rural de la urbe.

Nos debe alarmar la cifra de la posible afectación (3 mil millones de dólares) que se produciría en los próximos años y que causaría una pérdida de aproximadamente el 30 % del total de bienes y servicios (PIB de la ciudad) que ella genera por su estructura y dinámica económica.

Pero no solo las inundaciones derivadas de la deforestación y el mal uso del suelo son las causas de esta situación. También la alta densidad de la población, efecto del flujo inmigratorio que continuamente recibe la urbe; la impermeabilización del suelo, el estado del alcantarillado obsoleto, las dificultades de recogida de los desperdicios así como la incorrecta cultura de la población respecto a estos temas.

El mismo documento señala que las zonas de mayor afectación están ubicadas en las parroquias Febres-Cordero, Letamendi, García Moreno, Pascuales y Tarqui.

Ante esto es importante que tanto el Gobierno seccional, otros organismos y la población estén conscientes y sepan que esta situación puede producirse si no se toman a tiempo las medidas adecuadas. Estas no deben provenir únicamente de las instancias oficiales sino también de todos los sectores ciudadanos.