Puentes y agua

Hablando de “complementariedades prácticas”, el candidato presidencial Yaku Pérez presentó a la nueva coordinadora de su campaña: su pareja Manuela Picq.

“Así como los pueblos preincaicos tejían sogas para hacer puentes para cruzar las quebradas y los ríos, venimos a tejer puentes”, poetizó la brasileña. Habló de las aguas de los páramos andinos que van a dar a la Amazonía brasileña y regresan convertidas en fecunda lluvia y cerró su corta intervención con un beso en la boca del candidato.

“Estas agüitas nos unieron”, dijo Pérez. A esas alturas del metalenguaje resultaba difícil saber si se refería a los ciclos de la naturaleza o al intercambio de saliva que acababa de protagonizar ante las cámaras. Luego, con la participación de los candidatos a asambleístas, tuvo lugar una “ceremonia ancestral” de purificación oficiada por un yáchag. Hasta el materialismo histórico de Geovanni Atarihuana desertó del Estado laico y puso las manos en actitud orante. Picq, no.

Predecible pero significativa designación. La última vez que la nueva coordinadora de campaña acompañó a Pérez, el día de la anterior elección, despotricaba sin medida contra el presunto fraude. Que alguien mandó un virus al sistema informático del CNE para trasvasar los votos de Yaku Pérez a Xavier Hervas, acusó sin pruebas. Así se lo había revelado, dijo, alguien “de la Embajada” (se sobreentiende cuál: para el caso no hay otra). Dispuesta a incendiar el país estaba la tejedora de puentes.

La cultura de un soldado

Jan Topic ya tiene política cultural para ejecutar si gana la presidencia de la República: la improvisó sobre la marcha a propósito de un tuit que le mandó un artista. ¿En qué consiste esa política? Un video de 44 segundos basta y sobra para exponerla.

Dice el candidato: “Ayer hubieron (horror) varias conversaciones sobre qué puede hacer este país por el arte. Démosle la vuelta a esa pregunta: ¿qué puede hacer el arte por este país?”. La respuesta es digna de alguien que en su vida ha leído un libro que no sea el manual de instrucciones de un Kalashnikov o cosa parecida: “un concierto por la paz, un concierto por la seguridad”.

Juvenil y ocurrente, informal y travieso, le pareció de lo más ‘cool’ a Topic entablar diálogo chispeante con las estrellas que alumbran el firmamento del pop ecuatoriano, horizonte máximo del arte según se alcanza a ver desde donde está parado. José Martín Galarza (AU-D), Van Mozart, Pancho Terán (con quien empezó el intercambio a propósito de una broma)... Quisieron saber qué ideas tenía en la cabeza el candidato que apoya el partido nebotista y éste les respondió de forma inapelable: ninguna en absoluto.

“Yo pongo la tarima, yo pongo la logística. Ustedes pongan la música”. Muchos se quedaron boquiabiertos: interrogado sobre sus políticas públicas para el desarrollo del arte y la cultura, lo único que se le ocurrió a Jan Topic es invitar a los músicos a que toquen gratis. De hacer cine, ni hablar.

El sentido de la dignidad de Virgilio Saquicela

El expresidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, se mantiene firme en su condición de paracaidista: han pasado siete días desde que el Consejo Nacional del Partido Socialista rechazara su postulación como candidato a asambleísta por Cañar (encabezando la lista provincial por ese mismo partido) y decidiera impugnarla en el Consejo Nacional Electoral. Es decir, autoimpugnarse.

Saquicela inscribió su candidatura faltando 35 minutos para que concluyera el plazo y hasta la fecha no ha dicho esta boca es mía. Aferrado con pies y manos a la candidatura como koala al eucalipto, parece perfectamente dispuesto a llegar a la Asamblea en representación de un partido que no lo quiere, como solo puede pasar en el Ecuador. Una vez ahí, ya se las arreglará para irse con quien más le convenga. Como siempre. Probablemente con el correísmo, que tantos favores le debe.

Salvo que todo sea un montaje del propio socialismo para evitar el bochorno de apoyar al personaje pero servirse, al mismo tiempo, de sus votos en Cañar. No sería la primera vez que Gustavo Vallejo, el presidente del partido, que firma el comunicado contra Saquicela, juega a dos bandas. En 2013 fue parte del despacho del asambleísta Tomás Zevallos: despotricaba contra la ley de comunicación del correísmo y terminó votando por ella.