No resulta difícil observar las consecuencias de las malas decisiones en cuanto a leyes permisivas para consumo de sustancias sujetas a fiscalización, heroína, cocaína, etc., que junto a la ingesta de alcohol casero, resultan el detonante de violencia sin límites que socava las bases de nuestra sociedad.

Estos problemas de salud pública, moral y justicia afectan a la juventud, en muchos casos estudiantes de colegios, jóvenes adolescentes, lo que enrumba nuestra sociedad al borde del colapso.

Señor Director, urge cambio de legislación, reformas, penas severas al microtráfico, así como la implementación en colegios de más actividades espirituales, un escenario seguro para fortalecer a la familia.

Francisco Landucci Carballo