
Alarma por fiebre amarilla en Brasil
Escándalo. El presidente Michel Temer convocó una reunión de emergencia junto a ministro y empresarios para tratar el caso de carne adulterada.
Regina salió de su casa a las 04:30 pero, incluso así, no logró vacunar a sus tres hijos contra la fiebre amarilla que genera pánico en Brasil, donde ya provocó más de 130 muertes este año.
Como cientos de habitantes de Río de Janeiro, esta joven de 29 años tomó por asalto el viernes uno de los 34 centros de vacunación municipal, totalmente sobrepasados.
Desde la confirmación el miércoles de la primera muerte vinculada a la fiebre amarilla en el Estado de Río, la inquietud se apodera de la población, pese a que las autoridades locales intentan calmar a la gente.
“Está horriblemente mal organizado. No dan prioridad a los que tienen hijos y mucha gente se queda afuera”, se queja Regina da Silva, con su hija de un año en brazos mientras intenta tomar de la mano a sus hijos de 3 y 6 años.
La campaña comenzó oficialmente el jueves, pero está limitada a las 25 ciudades situadas en el norte de la región administrativa de Río, en la frontera con los estados vecinos de Minas Gerais y Espirito Santo, los más afectados por la epidemia.
En la ciudad maravillosa, los centros de vacunación habituales se ven desbordados. Recién el 27 de marzo su número pasará de 34 a 233, porque los servicios municipales no quieren modificar sus calendarios.
El Ministerio de Salud registra 424 casos confirmados en todo Brasil y 137 muertes hasta ahora, en tanto 993 casos sospechosos siguen bajo investigación.
Este es el peor brote de fiebre amarilla en 14 años. La enfermedad viral hemorrágica aguda transmitida por mosquitos mató a 17 personas en 2009, 27 en 2008, 23 en 2003 y 5 en 2015.
“Recomendamos solo la vacunación a las personas que van a viajar hacia zonas de riesgo, pero la población no sigue nuestras consignas, por ello aumentó tanto la demanda”, explica la responsable de la vigilancia sanitaria de la ciudad de Río, Cristina Lemos.
La responsable de la vigilancia sanitaria recuerda a los extranjeros que prevén viajar a Río próximamente que “por el momento no somos una zona en donde la vacuna es exigida”. “Pero la situación puede cambiar”, reconoce.
La vacuna contra la fiebre amarilla ya es obligatoria para los turistas que viajan al Amazonas.