Editoriales

Mano a los aportes

El abismo del que se ha alertado por años está ya cerca. No se intuye, se ve.

El problema de viabilidad del sistema de Seguridad Social no solo no se ha solucionado en la nueva Administración, pese a las promesas electorales, sino que, debido a la situación económica, ha empeorado. El abismo del que se ha alertado por años está ya cerca. No se intuye, se ve.

Prometieron soluciones, un mejor manejo y poco se ha avanzado. Eso sí, las formas siguen siendo las mismas. Ante la iliquidez del sistema, agravada por la caprichosa decisión del Gobierno anterior de que había suficiente colchón como para aprovechar esos ahorros, la nueva cúpula ha optado por la misma fórmula. Meter mano sin consultar. Diferentes rubros, pero la misma forma de actuar. Como si los trabajadores hubieran firmado un cheque en blanco que diga que entregan sus aportes esperando una compensación por desempleo y por jubilación a futuro, pero que mientras llega ese futuro, la directiva puesta por el Gobierno de turno puede usar inconsultamente esos fondos.

Si el IESS tiene problemas como los que tiene, lo único responsable y libre de presunción penal es plantear una reforma que enderece sus cuentas. Decidir al interno, sin consultar y, sobre todo, sin informar a los dueños de los fondos -que son los aportantes-, que se tomarán porcentajes de un lado para tapar huecos de otro es punible además de descarado.