Editorial | Una sola bolsa en Ecuador
Luego de más de 5 décadas de operación de las bolsas ecuatorianas, estas instituciones no han logrado conformar una entidad
Ecuador se encuentra en una encrucijada crítica. Mientras países vecinos como Colombia, Perú y Chile avanzan hacia la consolidación de sus mercados bursátiles, con una fusión programada para noviembre próximo, nuestro país permanece rezagado en un sector que es clave para el desarrollo económico.
En un momento en el que Ecuador necesita con urgencia de fuentes alternativas de financiamiento y de atracción de capitales frescos para impulsar proyectos, tanto privados como públicos, la fragmentación de nuestro sistema bursátil continúa. Luego de más de cinco décadas de operación de las bolsas ecuatorianas, estas instituciones no han logrado conformar una entidad única y robusta que trace rutas claras de crecimiento y estrategias unificadas que potencien lo que hoy están haciendo por separado. Una operatividad dispersa seguirá limitando su capacidad de competir en cualquier escenario internacional.
El cambio real que Ecuador necesita no llegará mientras persistan los egos personales, las rivalidades institucionales y la sed de poder que según los expertos es la causa de la desunión. Resulta por ello imperativo que todos los involucrados -desde casas de valores hasta reguladores, pasando por el sector público y privado- se sienten a la mesa de diálogo con una mentalidad constructiva y una visión de país.