Editorial: El saqueo constante del IESS
Ya no solo se trata de contratos amañados o mecanismo de asignación de compra de medicamentos a un solo oferente
La descomposición del IESS alcanza niveles alarmantes. Cada vez más, nuevas modalidades de saqueo a la seguridad social salen a la luz, no por denuncia de sus autoridades, llamadas a precautelar los intereses de la entidad, sino por investigaciones periodísticas que demuestran lo vulnerable que el IESS sigue siendo, tal como lo demuestran los incontables casos de corrupción.
Ya no solo se trata de contratos amañados o mecanismo de asignación de compra de medicamentos a un solo oferente, ahora también son las citas ficticias que registran los prestadores de salud y que terminan en facturas reales.
No es posible que una misma persona sea operada dos o más veces por la misma dolencia. Ahora se inventan pacientes, citas médicas e intervenciones quirúrgicas, evidenciando además cómo la suplantación de identidad permea también este sistema.
Lo más vergonzoso de esta situación es la total ausencia de reacción por parte de quienes deberían defender la integridad del IESS. Los directivos, incluyendo a los representantes de empleadores y trabajadores que reciben sueldos para salvaguardar los derechos de los afiliados, mantienen un silencio cómplice.
La clase política, que constantemente alza la voz por temas de menor relevancia, guarda un mutismo inexplicable ante el robo sistemático que imposibilita la buena asistencia médica a los afiliados.