Editorial: Sacar al Ecuador de la oscuridad
Dos pendientes del Gobierno: transparentar el problema en su real magnitud y viabilizar el aporte del sector privado
Ecuador inaugura esta noche una nueva etapa de apagones como consecuencia de la grave sequía y la inadecuada gestión. El anuncio del racionamiento energético llega en medio de la incertidumbre general sobre su duración y las inevitables repercusiones que ello acarreará.
De ahí que un gran pendiente del Gobierno sea el transparentar tanto el problema en su real magnitud, como el alcance que tendrán las soluciones que hoy se plantean. Hogares, dueños de tiendas, negocios nocturnos, empresas y entidades que ofrecen servicios esenciales como la salud, requieren tener una guía que les permita adoptar medidas en función de cuánto tiempo se prolongará la emergencia, relacionadas con la inversión en compra de generadores o la modificación de procesos y horarios.
Otro pendiente crucial es viabilizar y maximizar con carácter de urgente el aporte del sector privado a la producción de energía para disminuir el déficit actual. Las primeras conexiones de empresas privadas al sistema de transmisión superaron las expectativas de generación de megavatios que el Gobierno había establecido como meta. Se vuelve entonces prioritario que el Estado brinde a este sector todo tipo de facilidades en lo referente a trámites y compensaciones.
Ambos pendientes son impostergables. La economía ya está muy golpeada. Por ello y por la inseguridad que afrontamos, el país no puede quedarse a oscuras.