Editorial: Ejemplos a replicar

Salinas de Guaranda es un ejemplo de desarrollo comunitario y turismo sostenible, que transformó la pobreza en prosperidad

La población de Salinas de Guaranda (Bolívar) es un claro ejemplo de cómo un modelo de economía solidaria y trabajo comunitario puede transformar realidades. Hace cincuenta años, esta parroquia andina, marcada por la pobreza y la desnutrición, comenzó a organizarse para salir adelante sin depender de subsidios o ayudas externas. Hoy, sus habitantes han logrado construir una comunidad próspera gracias al esfuerzo propio y a la solidaridad entre vecinos.

Uno de los pilares de su éxito ha sido el turismo de producción. Los visitantes llegan no solo atraídos por la belleza de las montañas y cascadas, sino también para conocer el proceso detrás de los productos locales, como quesos, chocolates y textiles. Las fábricas y talleres de la región abren sus puertas a quienes buscan aprender de un modelo económico que se basa en la cooperación y el trabajo conjunto.

La historia de Salinas es un ejemplo de cómo, con visión y organización, es posible superar las adversidades. La comunidad ha trabajado incansablemente para mejorar sus condiciones, generando empleo y bienestar. Este modelo debe servir de inspiración para otras regiones del país, demostrando que el desarrollo es posible cuando se apuesta por la colaboración, la sostenibilidad y el trabajo en equipo.