Editorial: Día de decisiones

Dado lo trascendental de la consulta, es clave que cada voto sea el resultado de una reflexión informada, no de emociones

Hoy los ecuatorianos tomaremos decisiones que van más allá de simples reformas. Se nos ofrece la oportunidad de cuestionarnos si la Constitución que nos rige sigue siendo útil, o si se ha convertido en un lastre para el país y por ello se vuelve imprescindible elaborar una nueva. Cabe entonces analizar si ese texto, concebido en una época de bonanza, con dinámicas políticas y económicas distintas a las actuales, continúa sirviéndole al Ecuador.

La propuesta de convocar a Asamblea Constituyente implica dar un aval previo a un proceso que deberá irse delineando por fases. No obstante, emprender una ruta constitucional demandará la búsqueda de perfiles idóneos para quienes redacten el nuevo texto en caso de que ganase el SÍ. La ciudadanía, entonces, deberá exigir a partidos y movimientos políticos que los candidatos sean los apropiados para esa trascendental labor.

En lo que respecta a las preguntas sobre financiamiento de partidos, bases militares extranjeras y reducción del número de legisladores, se requiere un análisis exhaustivo e integral.

Por la trascendencia de lo que se consulta, resulta esencial que cada voto sea fruto de una reflexión informada, no de emociones o consignas vacías, ni afectos o antipatías. Este referendo y consulta popular pueden definir el futuro del país.