Editorial | Desconexión y silencios
El país necesita un liderazgo efectivo que reemplace el silencio con acciones y explicaciones transparentes
La ciudadanía observa con creciente preocupación la gestión del Ejecutivo, mientras asuntos cruciales del país siguen sin respuesta.
La salud pública vive una emergencia que se prolonga indefinidamente y en consecuencia la falta de insumos y el deterioro de servicios esenciales, incluida la atención a pacientes crónicos, generan sufrimiento y desenlaces que podrían y deberían ser evitables. A ello se suma la escalada de violencia, que cobra vidas inocentes con cada vez mayor frecuencia, sobre todo en zonas urbanas. En este contexto, la ausencia de una voz oficial que exprese solidaridad y adopte una postura clara incrementa la sensación de abandono.
El reciente viaje al extranjero del jefe de Estado, mientras estos problemas se agudizan, se percibe como una desconexión con las urgencias nacionales. También persiste el silencio ante dudas sobre la transparencia en la contratación pública, alimentadas por adjudicaciones fallidas en sectores sensibles como la salud o la crisis energética pasada.
El país necesita un liderazgo efectivo que reemplace el silencio con acciones y explicaciones transparentes. Recuperar la credibilidad requiere sensatez, autocrítica y un giro en la gestión que permita restablecer la confianza ciudadana.