Editorial | Apagones: no más medidas parches

Es urgente diseñar una política de Estado que garantice una real planificación e inversión en alternativas

Con el regreso de los apagones Ecuador avanza con pasos firmes en la senda del rezago. Sin embargo, sería ingenuo creer que lo que hoy vivimos solo es atribuible a una sequía global o al supuesto boicot denunciado por el Gobierno. La crisis energética que nos afecta tiene nombres y apellidos de autoridades del ramo que, por años, vienen actuando con quemeimportismo, ineficiencia o corrupción, haciendo que el Estado continúe fallándonos en la dotación de un servicio tan elemental como el de proveer energía eléctrica.

Estar a la expectativa de nuevas precipitaciones para que se llenen los embalses y operen las hidroeléctricas o recurrir a la contratación de barcazas para salir de la urgencia no son soluciones definitivas y no devuelven la calma a la ciudadanía. Son medidas parches.

Los apagones históricos ya debieron dejar una lección al país. Hoy es urgente diseñar una política de Estado que garantice una real planificación e inversión en alternativas en generación eléctrica. El país no solo requiere de recursos para potenciar lo que tiene, sino visión para allanar el camino hacia una transición energética. Los problemas climáticos que el mundo enfrenta nos dicen que ya no debemos apostar solo por las hidroeléctricas, sino por otras fuentes viables, como el gas natural o la energía eólica o solar. El mundo mira hacia allá.