Otro cuello de botella

'A pesar de la realidad que se vive en Samborondón pareciera que no se están tomando las medidas necesarias para que no se repita en la vía a la Costa’.

Los dos polos de desarrollo más importantes del Gran Guayaquil no han tenido mayor planificación y la improvisación ya ha pasado factura.

El tráfico cada vez mayor de la zona y la imposibilidad de construir vías alternas ha convertido a la vía a Samborondón en un cuello de botella. Esta vía siempre está copada y no existe la opción de tomar una calle secundaria para evadir atascos. El congestionamiento no se alivió ni con la inauguración del puente nuevo, pues todo el flujo de vehículos desemboca en esa misma arteria única. No es posible que no haya más opciones para circular. Una ciudad eficiente se construye con vías transversales y paralelas, rutas alternas que alivian la carga de la principal.

A pesar de la realidad que se vive en Samborondón pareciera que no se están tomando las medidas necesarias para que no se repita en la vía a la Costa. Es necesario un plan integral de vialidad y transporte que evite que un sector de la ciudad se proyecte sin que se hayan realizado estudios que permitan encontrar soluciones a cualquier inconveniente que, de inmediato o a más largo plazo, limite o entorpezca el normal desenvolvimiento del transporte público o privado, la segura circulación de peatones y por consiguiente la calidad de vida de quienes transitan y habitan la zona.