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La invicta Huachi

En su subida de la cordillera, el 12 de septiembre de 1821, el ejército patriota volvió a encontrarse con el ejército realista en los arenales de Huachi y los patriotas volvieron a perder’.

El año 1821 empezó mal para la causa libertaria. El 3 de enero ocurrió la derrota en el combate de Tanizagua, en las cercanías de Guaranda, precedida por las derrotas de Verdeloma el 20 de diciembre de 1820, donde murieron unos 200 patriotas, y de Huachi el 22 de noviembre de 1820, donde murieron unos 500. Justo ese 22 de noviembre del primer Huachi, el presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil, José Joaquín de Olmedo, le escribió al general José de San Martín para contarle de los progresos del ejército patriota en su camino a Quito, y Olmedo lo lisonjeaba así: ‘V. E. prepara el hermoso día del opulento Perú; y, ardiendo en amor patrio, nos enseña la senda que debemos seguir’. Qué poco sabía el poeta.

En el combate de Tanizagua, los realistas mataron a otros 400 patriotas y capturaron a su jefe, el coronel José García, a quien decapitaron. Su cabeza fue enviada en una jaula de hierro a Quito y el general Aymerich, jefe de los realistas y último gobernante español de Quito (ciudad que lo recuerda con raro orgullo en el nombre de la calle que sube a la cima del Panecillo) ordenó que la cabeza de García sea exhibida en el puente del Machángara para escarmiento de las personas y alimento de los bichos.

Al rescate de la causa libertaria llegó la temporada de lluvias, que impuso un cese natural de las hostilidades que amenazaban a Guayaquil. Se reanudaron los fuegos el 19 de agosto de 1821 con la batalla de Cone, en las cercanías de Yaguachi. Para este momento el general Simón Bolívar ya había enviado a la ciudad de Guayaquil al general José Mires, en febrero de 1821, con armas y pertrechos, y al general Antonio José de Sucre, quien llegó a Guayaquil en abril de 1821 para tomar el comando del ejército patriota y para anexionar la provincia de Guayaquil a la República de Colombia.

Por la presencia de Sucre y su insistencia, la Junta de Gobierno presidida por el poeta Olmedo suscribió un convenio por el que puso a la provincia de Guayaquil ‘bajo los auspicios y protección de Colombia’.

El ejército patriota, comandado por el general Mires, triunfó de manera aplastante en Cone. La importancia de este triunfo se debe a que evitó que la ciudad de Guayaquil sea tomada por los realistas. Entusiasmado, el ejército patriota tomó la ofensiva y volvió a trepar la cordillera rumbo a Quito.

Pero ocurrió de nuevo Huachi. En su subida de la cordillera, el 12 de septiembre de 1821, el ejército patriota volvió a encontrarse con el ejército realista en los arenales de Huachi y los patriotas volvieron a perder. Fue un descalabro: alrededor de 800 muertos, entre ellos el guayaquileño José de Antepara, antiguo secretario del Precursor Miranda e importante actor en la gesta independentista de Guayaquil.

Y Huachi permaneció invicta. A fin de triunfar en la guerra contra los realistas, el ejército patriota replanteó su estrategia: fue por el mar al sur, entró por Machala y subió por el austro para esquivar los funestos arenales de Huachi en su camino a tomar el bastión realista de Quito. A esta ciudad, finalmente, la tomaron tras triunfar en la batalla del Pichincha y tras la rendición de los realistas suscrita por el general Aymerich, el 25 de mayo de 1822, en la cima del Panecillo.