Premium

Legislar y fiscalizar y no cogobernar

Avatar del Willington Paredes

Grave que no sepan leer bien la Constitución y confundan las instancias

La historia enseña más de lo que reconocen quienes la ignoran. En 1984-88, cuando triunfó Febres-Cordero, el Congreso con diputados de mucho prestigio, fue elegido. Uno de ellos, J. Ledesma, expresó un desatino: sostuvo que por los resultados (segundo) ellos iban a cogobernar desde el Parlamento. Peligroso error de ayer. Más el de hoy, cuando los derrotados hablan de cogobernar desde el Parlamento. Lo grave es que el del pasado tenía prestigio. La Asamblea de mayoría correísta y sus corifeos tienen solo el 2 % de aceptación. Esto dice que para la ciudadanía ecuatoriana son cero a la izquierda. Ese equívoco de ayer se reitera. Pretenden cogobernar desde un poder Legislativo desprestigiado, olvidando que esa instancia es diferente y con funciones distintas por mandato constitucional. El país eligió un único presidente y gobernante: Guillermo Lasso. Los perdedores buscan desestabilizar y joder la necesaria gobernabilidad y gobernanza que se requiere para intentar salir de las crisis: sanitaria, económica, fiscal, política, ética, de corrupción, etc.

Ya no son solo los correístas, también Pachakutik y la ID sostienen esa peregrina y absurda idea. Deben leer bien lo que señala el texto constitucional. Ignorar esto dice que algo se cocina del tonto criterio de pretender cogobernar desde la Asamblea. Ustedes solo son asambleístas. Parte del Legislativo. No constituyen ni cola ni cabeza del Ejecutivo. Esa función es privativa del señor Lasso. Ya son más de 20 veces que oímos estas ideas absurdas. Incluso el “programa de unidad parlamentaria” (¿?) de ID y Pachakutik es un real y efectivo acuerdo de cogobierno. Lamentable que asambleístas, con experiencia no reconozcan la diferencia entre un programa de gobierno y uno de unidad política parlamentaria. Ustedes tienen solo dos funciones: legislar y fiscalizar. El país está atento a todo lo que pasa tras bastidores en este juego donde los perdedores mañosamente intentan empatar y hasta ganar obstruyendo la labor del Ejecutivo. Señores asambleístas, lean bien lo que expresa el capítulo segundo, artículos 118 a 128 y no los que señalan al Ejecutivo en el capítulo tercero, artículos 141 a 155. Grave que no sepan leer bien la Constitución y confundan las instancias.