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¿Qué nos enseñó el Mundial?

Avatar del Sophia Forneris

Para mí, el fútbol es la razón del alma de nuestro país

Creo que el resultado del último partido entre Senegal y Ecuador no fue el que los ecuatorianos esperábamos.

Con eso nos tocará esperar hasta el siguiente Mundial de fútbol para poder enseñarle al planeta, de nuevo, nuestro potencial.

Yo no soy fan de los premios consuelo, y no me gusta decir que la selección jugó bien durante ese partido porque si lo hubiera hecho, hubiéramos ganado. Pero, como he dicho anteriormente, este equipo ha demostrado madurez, determinación y garra, algo que yo personalmente no he visto antes en nuestro fútbol.

Me emocionó verlos jugar contra Países Bajos, no solamente por el resultado del partido, sino también porque se veía un equipo unido, determinado y con un potencial enorme.

La teoría del alma de Platón, que se inspiraba en las enseñanzas de Sócrates, consideraba la psique como la esencia de la persona, siendo ella la que decide su comportamiento.

Platón consideraba esta esencia como un ocupante incorpóreo y eterno del ser de una persona.

Platón dijo que incluso después de la muerte, el alma existe y es capaz de pensar.

Platón dividió el alma en tres partes: la razón, el espíritu y el apetito.

La razón es la parte pensante del alma que ama la verdad y busca aprenderla.

Platón señala que la razón sería la parte más pequeña del alma (como los gobernantes serían la población más pequeña dentro de la República), pero que, sin embargo, un alma puede ser declarada justa únicamente si las tres partes están de acuerdo.

Para mí, el fútbol es la razón del alma de nuestro país. Una parte pequeña si la comparamos con otros componentes importantes de la República, pero engloban las esperanzas de muchos. Sin ella nuestra pequeña república no sería el pequeño tesoro que es.