Cartas de lectores | Del amor y los vínculos

¿El vínculo es resultado del amor? Sí, y es bidireccional: ambos, quien ama y quien es amado

Ni ser es conocer, ni conocer es ser; de esta filosofía se infiere que amar no significa saber del amor, y conocer del amor no implica saber amar. Excluyamos aquí el enamoramiento, ese desequilibrio temporal de los sentidos, y también el deseo de poseer o el amor obsesivo y dramático. Hablemos del amor humano: de pareja, padres e hijos, abuelos, hermanos. Según Ortega y Gasset, “El amor es quizá el único fenómeno en el cual, en acción centrífuga, el que ama se desprende de sí para dirigirse a lo amado en un flujo constante, rodeándolo de un ambiente cálido para que viva bien”. ¿El amor necesita ser correspondido? Creo que no. El amor nace en quien ama, desde su voluntad y libre albedrío, y se dirige hacia lo amado. ¿El vínculo es resultado del amor? Sí, y es bidireccional: ambos, quien ama y quien es amado, forman una conexión que une sin sacrificar la libertad, permitiendo el crecimiento mutuo. ¿Puede haber amor sin vínculo? Sí. Puedo amar a un padre fallecido sin vínculo terrenal. También puedo amar la música, aunque ella no me ame ni pueda tener vínculo conmigo, y dedicarme a preservarla y mejorarla. Si no soy correspondido en mi amor y no se crea vínculo, ¿debo dejar de amar? No, porque el amor auténtico no muere. Como dice Stendhal, el amor que muere no fue verdadero.

En un contexto espiritual católico, sí puedo amar a Dios y crear un vínculo con Él, pues Dios es la fuente del amor. Jesús nos enseñó a amar al Padre, al prójimo y a nosotros mismos con equilibrio y fuerza.

Xavier Robles