Premium

El caso Gaspee

Avatar del Sophia Forneris

Hay que entender que las movilizaciones son poderosas, pero solo si son motivadas por una buena causa

El HMS (His/Her Majesty’s Ship) Gaspee fue una goleta aduanera británica que hizo cumplir las Leyes de Navegación en Newport, Rhode Island y sus alrededores.

Como podemos imaginar, no era muy popular entre los americanos que vivían en esa área de Norteamérica.

 En 1772 su tripulación patrullaba la costa de Narragansett Bay (océano Atlántico) cuando inspeccionaron el Fortune, un barco comerciante, donde incautaron doce barriles de ron no declarado.

El resentimiento y la indignación de la comunidad creció con este incidente.

El 9 de junio de ese mismo año, el Gaspee encalló en aguas poco profundas, quedándose varado.

La tripulación no pudo liberar el barco y su capitán decidió esperar a que subiera la marea para poder ponerlo a flote.

Sin embargo, antes de que eso pudiera suceder, un grupo de hombres de Providence (capital del estado de Rhode Island) decidió aprovechar la oportunidad, y obligó a la tripulación a abandonar el barco e incendiarlo.

Después del incidente, la Ley de Astillero fue aprobada en abril del siguiente año.

Esta ley exigía que cualquier persona sospechosa de quemar barcos británicos fuera extraditada y juzgada en Inglaterra; sin embargo, los involucrados en el incendio del Gaspee nunca fueron penalizados.

Este evento y otros en Narragansett Bay marcaron los primeros actos de levantamiento violento contra la autoridad de la corona británica en Estados Unidos, precediendo al Boston Tea Party por más de un año y moviendo a las trece colonias en su conjunto hacia la guerra por la independencia.

Hay que entender que las movilizaciones son poderosas, pero solo si son motivadas por una buena causa.

Cuando uno representa a un movimiento político o social es necesario pensar en el bien de la comunidad y olvidar los intereses propios.