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¡Ucrania, la heroica

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De instalarse una base o flota militar de la OTAN o sus aliados en Ucrania o el Mar Negro, podría tener rápido acceso a las costas de Israel o Siria y sus aviones llegarían rápidamente a Moscú.

El mundo recibió con asombro y estupor el ataque ruso a Ucrania el pasado 24 de febrero, anunciado por los asesores de la Casa Blanca y negado por los voceros del Kremlin. Luego de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) de 1990, Rusia pierde el control de la rivera septentrional del Mar Negro, posición estratégica en la geopolítica del Kremlin, mientras Ucrania, que se había anexado Crimea en 1954, pasó a ser un Estado soberano e independiente. De instalarse una base o flota militar de la OTAN o sus aliados en Ucrania o el Mar Negro, podría tener rápido acceso a las costas de Israel o Siria y sus aviones llegarían rápidamente a Moscú. El Mar Negro quedaría bajo control de Rumania, Bulgaria, Ucrania y Turquía como aliados de Occidente y la OTAN, mientras los países islámicos, con Rusia de aliada, perderían su hegemonía.

Rusia se apropió de Crimea en 2014 para mantener la base de Sebastopol y ejercer control en el Mar Negro y el Cáucaso, pero no podría permitir que Ucrania ingrese a la OTAN, como había sido su pretensión.

La reacción mundial no se hizo esperar, casi todos los países han condenado la invasión rusa y solicitado el cese inmediato al fuego, con excepción de los cuatro malanochados de siempre. Las sanciones internacionales y desconectar del sistema Swift a los bancos rusos les impide operar y realizar pagos en mercados mundiales, afectando directamente a los ciudadanos que, ante el desplome del rublo, intentan retirar sus ahorros de los bancos, y las grandes fortunas piden que paren la guerra.

La ONU aprobó una resolución para que Rusia retire de inmediato, por completo y sin condiciones, todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania, y en noticias por confirmarse, se habla de que China no apoya la invasión y solicita utilizar las vías diplomáticas.

Putin falló en sus cálculos de que Ucrania sería fácil de invadir; no contaba con la decisión de lucha del pueblo ucraniano para mantener su independencia y soberanía, apoyando a su presidente Volodímir Zelenski. Este episodio hará que la historia la reconozca como Ucrania, la heroica.