El salvador de la patria

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El ‘affaire’ de los aportes ilícitos de campaña del ELN documentado por la Fiscalía de Colombia, es la prueba de ello.

No cabe duda de que el octubre negro fue una demostración de fuerza. Pero sobre todo, una operación meticulosamente planificada y montada desde el exterior, probablemente por la inteligencia cubana a un costo muy elevado.

La reciente operación llevada a cabo en las cárceles del país no obedece a una lógica distinta. La simultaneidad es la prueba: no es posible que al mismo tiempo en todas las prisiones las bandas rivales decidan armar semejante despelote. Eso demanda un alto costo y -otra vez- una meticulosa planificación. Y quien necesitaba armar tal alboroto no es otro que el convicto belga. Primero, para distraernos de la sospecha que muchos tenemos sobre la votación de su candidato. Y esto, porque si ganó debería ser el primero en impulsar el recuento de votos y no, oponerse al mismo. Sabe que no pueden recontarse los votos porque se descubriría la “inocente” travesura que hicieron. Pero más que distraernos, el prófugo está tratando de aterrorizarnos. Con el país repleto de peligrosas bandas albanesas, croatas y de sus carteles mexicanos, nos “trabaja al susto”, mientras demuestra que este gobierno es una desgracia; que no hay nada que funcione bien sin el dios prófugo. Que por eso debe ser indultado por la nueva Asamblea, en la cual su mayoría hará los amarres para conseguirlo y abrirle camino como “el salvador de la patria”.

Es dentro de esa lógica que el presidente declara que “lo de ayer no es casual, fue organizado desde el exterior de las cárceles e internamente orquestado por quienes se disputan el liderazgo del trafico de drogas en el territorio nacional. Leyendo entre líneas, como dijo el tuitero @bliemsrieder, lo que el presidente nos trata de decir es que el prófugo es “un jefe de cartel” y que la campaña de su candidato es “una operación de la guerrilla colombiana y los narcos mexicanos”.

El ‘affaire’ de los aportes ilícitos de campaña del ELN documentado por la Fiscalía de Colombia, es la prueba de ello. Y la inmediata alusión en la Asamblea a una imaginaria “conmoción interna” -causal de destitución del presidente- revela quién está detrás de todo esto.