Un Ecuador posible

Es el momento de iniciar una nueva era, una nueva etapa, una nueva oportunidad para nuestro Ecuador...

Después del desconcierto de escoger entre tantos candidatos, la mayoría de ellos intrascendentes, sin propuestas válidas, nos toca decidir cívica y democráticamente entre Arauz y Lasso, sin preconcepciones, perjuicios o análisis equivocados. Solo nos toca discernir cuál de los dos nos conviene más y quién puede encaminar mejor al país, por un periodo de recuperación, empleo y progreso.

El prefecto del Cotopaxi, Jorge Guamán, del partido Pachakutik, nos invita a participar cívicamente en la segunda vuelta, aceptando los resultados oficiales del CNE.  Sus reflexiones son esperanzadoras, de no negarse a un acuerdo que ayude y haga posible un gobierno de restauración y recuperación nacional. Además, con gran visión política, reconoce que el movimiento indígena, por primera vez en dos siglos de vida republicana, nunca ha estado tan cerca de ser poder.

Este tipo de actitudes, de aceptar democráticamente los resultados electorales, nos permite anticipar que sí existe un Ecuador posible, que sea producto del consenso de las nuevas corrientes políticas que se han manifestado con fuerza en esta elección.  Debemos tomar conciencia de que la mayoría se ha manifestado a través de partidos políticos nuevos o renovados, como lo es, una nueva Izquierda Democrática, la cuarta más alta votación; también la sólida representación del movimiento indígena, al ganar transversalmente en Sierra y Amazonía, con amplitud en 13 provincias.  También Lasso, al haber quedado segundo y tener la responsabilidad de liderar la no conformidad con la opción que nos ofrece el candidato del socialismo siglo XXI.

Esto nos permite aspirar a un nuevo renacer de nuestra república. Todos los que no votamos por el continuismo de Correa o Moreno, dos terceras partes optamos por un Ecuador diferente, democrático, apegado a las leyes, sin fraudes o componendas, sin tronchas, repartos del poder o asalto a los fondos públicos. Los cuatro partidos:  Pachakutik, ID, CREO y PSC, tienen la oportunidad de demostrarle al país que sí son capaces de proponer y darnos un Ecuador muy diferente al de las últimas décadas. Un Ecuador posible, de grandes objetivos nacionales, con una ruta que nos lleve a un verdadero desarrollo y generación de empleo, para que nadie tenga que emigrar. Cada uno de los cuatro partidos, pueden proponerse alternar el poder, como lo hicieron los chilenos con los gobiernos alternativos de la Concertación, luego de Pinochet. Todos estos partidos deben actuar responsablemente, ayudando a construir acuerdos, consensos, participar y aspirar a ser poder, con líderes nuevos, que ayuden a renovar la clase dirigente del país.

Es un momento de inflexión en la vida democrática del país. O somos parte de la transformación, ayudando con nuestro voto a vencer el socialismo y la dictadura que representa; o nos volvemos cómplices de los sepultureros de nuestro país. Nos urge visión, sagacidad y desprendimiento de los líderes; sabiduría y pragmatismo de los electores. Es el momento de iniciar una nueva era, una nueva etapa, una nueva oportunidad para nuestro Ecuador, después de casi dos décadas perdidas, de despotismo, corrupción, endeudamiento excesivo y desgobierno.