Los misterios de la pandemia

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Todo esto ha causado las bajas del precio de las acciones de los principales mercados bursátiles.

Tanto los medios de comunicación y los diversos sistemas usados, como Internet, han publicado una gran cantidad de opiniones, por lo que llega un instante para los lectores en que no saben al fin a qué atenerse o qué creer. Por ejemplo, para los ecologistas es una reacción del planeta Tierra para liberarse de tantos ataques recibidos. Los círculos polares empezaron a deshielarse por el efecto invernadero pues, pese a las advertencias y a las reuniones internacionales efectuadas, son muy pocos los países que toman en cuenta las recomendaciones que se hacen. 

Se sigue explotando el petróleo y el gas porque para los Estados que los producen significan la principal fuente de ingresos. Se queman los bosques para sembrar plantas que producen narcóticos para envenenar, sobre todo, a la juventud. Los mares, la mayor fuente de riqueza alimenticia, se han convertido en basureros donde se arrojan todos los desperdicios que se producen: plásticos y más materiales inservibles. Así podríamos seguir enumerando tantos hechos y es por esa razón que los ecologistas ven lo que sucede como un descanso que se ha tomado el planeta.

En muy corto tiempo, como antes lo hemos observado, ya se puede ver el cielo azul, el verdor de los campos o las cristalinas aguas de los mares donde brillan millones de peces. ¡Qué alegría para los venecianos poder observar desde sus ventanas los peces brillando, a falta de turistas, barcos y góndolas que habían envenenado sus canales! Por supuesto, este es un ejemplo muy pequeño de las diversas regiones del mundo que se sienten aliviadas mientras nosotros, los seres humanos, nos reencontramos con nuestros hijos y se reanudan los almuerzos y cenas familiares, costumbres ya perdidas por los compromisos de trabajo.

Por otra parte, les preocupa a los gobernantes el futuro económico. Las bolsas han caído, los préstamos posiblemente dejen de pagarse, las fábricas se cierran, los almacenes dejan de vender, aumenta el desempleo, los alimentos escasean. Si Dios es grande y nos protege, al volver la normalidad, los Estados tendrán que planificar una nueva forma de gobierno. Ya no puede seguir siendo la economía, el poder militar o la conquista de territorios su finalidad. La salud, la educación, la alimentación tendrán que jugar un papel preponderante.

Nos preguntamos: ¿qué beneficio han sacado los Estados poseedores del poder nuclear? A la fabricación y perfeccionamiento de nuevas armas de destrucción masiva, ¿qué empleo se les ha dado para acabar con la pandemia del coronavirus? Las grandes potencias mundiales han sido atacadas con la misma o más fiereza que los Estados subdesarrollados.

Hasta aquí nuestras reflexiones. Ahora hablemos de las tremendas críticas que ha recibido el imperio chino por la diseminación del virus que ha paralizado a casi todos los Estados.

Desde Uruguay nos llega un ‘mail’ en que se califica la situación como una estrategia de China para impulsar un nuevo orden mundial. Según el comentario, se trata de un caballo de Troya que busca el reordenamiento y una agenda política para posesionar al gigante asiático como la cabeza de ese nuevo orden.

Se dice que esta es la tercera guerra mundial, en la que no se lucha con misiles sino con el envío de virus, mucho más efectivos. Las críticas abundan por la demora del gobierno chino para hacer público el virus que estaba afectando, desde diciembre, a una ciudad de once millones de habitantes, pues se permitió que muchos de ellos viajaran al exterior, sobre todo a la Unión Europea y Estados Unidos, y fueron ellos los que regaron el virus. También les llama la atención a los críticos que las dos principales ciudades de China no tengan ningún contagiado y que sus fábricas sigan produciendo para invadir de mercadería a los Estados que han detenido su producción.

Todo esto ha causado las bajas del precio de las acciones de los principales mercados bursátiles y que China haya aprovechado para comprar las acciones de los países que tienen instaladas sus empresas en suelo chino para adueñarse de ellas.

La acusación ha llegado hasta el secretario de la Organización Mundial de la Salud, un etíope cuya candidatura fue patrocinada por China, quien se ha limitado a dar a conocer boletines y estadísticas sobre el avance del coronavirus.

La OMS es un organismo especializado de NN. UU. lleno de burócratas bien pagados, que viajan por el mundo y logran jubilaciones millonarias, sin aportar mayormente a los fines para los que fue creada.

El etíope que es el secretario general, es merecedor de un artículo posterior.

En cuanto a Ecuador, aunque no somos economistas, consideramos que debe dejar de pagar sus deudas, como ya lo hemos sostenido antes. Si caemos en ‘default’ no es un pecado en estas circunstancias en que el gobierno debe dedicar todas sus energías a atender la emergencia sanitaria que estamos viviendo.

Con tantos comentarios, nos resistimos a creer las acusaciones que se han hecho contra el gobierno chino. No creemos que la maldad y el afán de dominar al mundo lleguen a semejantes extremos.